Rusia está cediendo a China sus posiciones otrora sólidas en el mercado de hidrocarburos de Kazajstán y de otras repúblicas centoasiáticas.
Ayer el Ministerio de Energía de Kazajstán anunció que la China International Trust & Investment Corp. desea adquirir a la canadiense Nations Energy que desarrolla el yacimiento petrolífero de Karazhanbas con reservas de crudo estimados en 340 millones de barriles. El año pasado la china CNPC pagó 4,2 mil millones de dólares para hacerse con la compañía Petro-Kazakhstán que controla los yacimientos de petróleo con reservas valoradas en 535 millones de barriles. Ya hoy algunas compañías chinas están explotando varios grandes campos petrolíferos al oeste y al sur de la república. El año pasado entró en servicio operacional el oleoducto, por el cual se conducirá a China 10 millones de toneladas del petróleo kazajo al año. Dentro de poco se prevé duplicar la capacidad de este oleoducto a través del tendido de la segunda tubería.
Importa señalar que también Turkmenistán expresó el deseo de exportar a China hasta 30 mil millones de gas natural al año por el gasoducto que sería puesto en explotación hacia 2009. Cabe señalar que las autoridades de Ashjabad tendrían que dar solución al problema de suministros de gas a Rusia y Ucrania, pues el volumen de gas que produce la república no alcanza para cumplir los contratos de suministro ya firmados.
La disminución de la presencia rusa en los mercados centroasiáticos es un fenómeno inevitable, comenta el analista de Troika Dialog, Valeri Nesterov. "A estas alturas hay motivos para afirmar que Rusia está perdiendo el control sobre los mercados centroasiáticos -dice-. Por ejemplo, Kazajstán está buscando nuevas vías de exportación de hidrocarburos al soslayo de Rusia."
