Rusia mantiene la estrategia que apunta a concertar todos los contratos gasísticos que sean posibles en el espacio de la Comunidad. Ayer fue firmado el acuerdo sobre la constitución de una empresa conjunta con Kazajstán, por el cual la planta de depuración de gas de Oremburgo va a recibir este agente energético desde el yacimiento de Karachaganak.
"No es ningún secreto que Gasprom experimenta déficit de gas y justamente por eso la planta de Oremburgo se enfrentó con determinados problemas -comenta la analista de Brokerkreditservis, Ecaterina Kravchenko-. En este caso concreto el consorcio ruso resolvió el problema, al cerrar el contrato de suministros con Kazajstán."
A su juicio, Gasprom trata de contratar los suministros de gas desde las repúblicas de la antigua URSS, haciendo competencia a Europa en este terreno. Kravchenko afirma que tal política busca el objetivo de conseguir que prospere el proyecto de construcción del gasoducto de Europa del Norte (GEN). "Los países europeos están elaborando el proyecto de tendido de un gasoducto propio que podría desvelarse como alternativa al proyecto GEN -explica-. El gas que se conducirá por estas tuberías procederá, en particular, desde los yacimientos ubicados en Kazajstán y Turkmenistán."
Pese a las aseveraciones de Putin de que Rusia da prioridad a los negocios gasísticos con Europa, es poco probable que la UE abandone el proyecto de construcción del gasoducto "Nabuco" al soslayo de Rusia. "Los europeos procuran protegerse de los posibles riesgos en el mercado de gas", sostiene la analista de TsentrInvest, Natalia Yanakaeva.
