El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, protestó contra las intenciones de Rusia de cuadruplicar el precio del gas que ella va a vender a la república, prometiendo acordarse en tal caso de su nueva aliada, Venezuela.
Según el director del Instituto de Energía y Fianzas, Leonid Grigoriev, el problema con que chocan todos los Estados del Europa del Este al debatir los precios del gas ruso es la falta de factores objetivos en la formación del precio. En Europa Occidental, el precio del gas se ajusta al creciente precio del petróleo, que se revisa cada 9 meses. Mientras que en Europa del Este los precios del gas no se relacionan automáticamente con los del petróleo, por lo cual surgen conflictos todos los años, dice el experto.
En opinión de Grigoriev, la Federación Rusa intenta fijar altos precios del gas para que los países limítrofes no puedan obtener ganancias revendiéndolo.
Los expertos bielorrusos independientes ven el quid del problema en relaciones políticas. "Lukashenko se ve obligado a elegir entre lo malo y lo muy malo, dice Yaroslav Romanchuk, del centro "Estrategia". - La economía bielorrusa, como toda economía de índole socialista, depende de lleno de la política exterior: con el gas ruso se crea el 13% del PIB bielorruso. De su condición de donante Rusia no gana nada, sino al contrario: Bielorrusia ocupa el primer lugar entre los países que restringen las importaciones rusas, mientras que ella misma goza de numerosas ventajas al realizar exportaciones a Rusia".
En opinión del experto, a Lukashenko le va a ayudar a evitar la subida del precio del gas hasta 200 dólares por mil metros cúbicos el poderoso lobby ruso. Son, antes que nada, las compañías petroleras ROSNEFT, LUKOIL Y RUSSNEFT, las únicas empresas rusas que están presentes en el mercado de Bielorrusia. Segundo, es el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, que tiene su negocio de obras de construcción en Bielorrusia. Y tercero, son la industria de guerra y la Iglesia Ortodoxa Rusa, aliadas tradicionales de Bielorrusia.
Según Romanchuk, otra baza en manos de Lukashenko es la falta de transparencia en la compañía GAZPROM. Mientras que el sistema de formación de precios por GAZPROM siga teniendo un carácter cerrado, siempre se podrá poner en tela de juicio los precios fijados. Pero este ya es un problema de la parte rusa, dijo el experto al concluir.
