Ayer, una delegación del Senado USA concluyó la visita privada de tres días a Georgia, a invitación del primer mandatario de este país, Mijaíl Saakashvili. A juzgar por todos los indicios, el jefe de la delegación, John McCain, abandonaba Georgia en buen estado de ánimo, a lo que contribuyó mucho Saakashvili al manifestar a periodistas: "De dar crédito a la prensa norteamericana, ahora podemos decir con mucha certeza que tenemos el honor de recibir al siguiente presidente de EE.UU., John McCain".
El domingo pasado, senadores norteamericanos visitaron Osetia del Sur (república secesionista en el territorio de Georgia), donde se entrevistaron con el líder de esta autonomía rebelde, Eduard Kokoity. Participaron en el encuentro representantes de la misión de la OSCE en Georgia. El senador McCain les expresó a periodistas que el objetivo principal de su visita a Georgia era conocer sus zonas problemáticas y tratar de encontrar una salida de la grave situación. A la pregunta de si no se proponía EE.UU., después de un eventual reconocimiento de la independencia de Kosovo, estudiar el tema de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, el senador dijo que esto provocaría en él mucha extrañeza.
Pese a una respuesta negativa tan tajante dada por el visitante llegado del allende el océano, Eduard Kokoity destacó un ambiente benevolente en que transcurrieron las negociaciones con los senadores norteamericanos. "Es plausible su deseo de estudiar la situación in situ y no a través de los medios de comunicación georgianos o declaraciones de los dirigentes de Georgia", manifestó.
El encuentro tuvo lugar en medio de un nuevo aumento de tirantez en las negociaciones entre Georgia y Osetia del Sur, suspendidas hasta mediados de septiembre próximo.
Osetia del Sur acusó a Georgia de tramar provocaciones en la zona de conflicto, de intentar desatar una guerra de minas en su territorio. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia, por su parte, difundió una declaración que contenía acusaciones análogas dirigidas a las autoridades de la república rebelde, así como insinuaciones de unos malévolos designios abrigados por Rusia.
Los senadores decidieron no entrar en detalles de esta pelotera y, al regresar de Tsjinvali (capital de Osetia del Sur) se centraron en la parte más atractiva del programa de estancia. Junto con Saakashvili, los invitados participaron en las solemnidades con motivo de la puesta en explotación de edificios administrativos en diversas partes del país, visitaron la zona balneológica Borjomi, así como un poblado montañés situado a la altura más alta en Europa.
