Los expertos señalan la fuerte tormenta que se desencadenó el martes en la provincia de Donetsk, en Ucrania, como causa indirecta de la muerte de 170 personas, pasajeros del avión ruso Tupolev-154 accidentado durante el vuelo de Anapa a San Petersburgo. También hay quienes atribuyen esta tragedia a la decisión del piloto, quien se había decantado por desafiar la tempestad, probablemente, por miedo a las sanciones por el sobregasto del queroseno que habría implicado la hipotética vuelta al aeropuerto de partida.
Todos los pilotos rusos se esfuerzan por ahorrar el combustible cuyo precio va subiendo de manera vertiginosa, reconoce un experto en temas de seguridad aérea, quien prefiere mantener el anonimato. ‘La aeronave salió de San Petersburgo con una cantidad de queroseno suficiente para ida y vuelta, porque en Anapa cuesta más' - explica él, añadiendo que la tripulación entera, incluidas las azafatas, se exponen en realidad a las multas por el sobregasto de combustible.
Oficialmente, las compañías aéreas se abstienen de llamarlas ‘multas' pero sí castigan a los pilotos por ‘pérdida de beneficios'. ‘Podías haber subido a una altura mayor o haber esquivado la tormenta - le habrían dicho, probablemente, al piloto del Tupolev-154. Y eso implica una reducción salarial para todos los tripulantes e incluso el despido en el caso del jefe de la aeronave. Un piloto en Rusia cobra alrededor de 30.000 rublos al mes, o sea, aproximadamente US$1.100, pero esta suma se reduce a cinco o seis mil rublos, si él no vuela durante un mes.
En el portal de aviación rusa, Avia.ru, también se debate activamente la hipótesis del miedo ante las multas. La propietaria del avión siniestrado, Pulkovo Airlines, ha rehusado ofrecer comentarios a este respecto.
De la consigna que había guiado otrora a las compañías aéreas - ‘Seguridad, regularidad y eficiencia' - queda actualmente sólo el tercer componente, interpretado como maximización de los márgenes empresariales. ‘Las relaciones de mercado conllevan el peligro de una quiebra para la aviación' - concluye el experto.
El diputado Víctor Iliukhin, subjefe del Comité de seguridad en la Cámara baja del Parlamento, comparte esta opinión. ‘Hay dos factores que afectan a la seguridad de los vuelos aéreos en Rusia: la falta de aviones modernos y la extrema comercialización de las operaciones desarrolladas por las compañías aéreas, es decir, su afán de lucro a cualquier precio' - observa él.
