El dirigente del sector de investigaciones espaciales fundamentales de Roscosmos (Agencia Espacial Federal) Nikolai Sankó informó sobre el nuevo programa espacial de esta organización.
Tenemos tres direcciones de estudios que surgieron históricamente, desde el período soviético. Se trata de la exploración de planetas y cuerpos de reducido tamaño del Sistema Solar. También tenemos planes de ocuparnos de la astrofísica espacial. Esta incluye la investigación de objetos espaciales que se encuentran lejos de nuestro Sistema Solar, en nuestra Galaxia y en otras, hasta objetos muy lejanos alcanzables para la observación. Los estudios se efectúan por medio de observatorios espaciales lanzados al espacio circunterrestre, alrededor de la Tierra. La tercera dirección es el estudio del Sol y de las influencias mutuas de éste y de la Tierra.
Nikolai Sankó enteró asimismo del proyecto Fobos-suelo. Se prepara un aparato para escrutar Marte y bajarlo a Fobos, satélite de este planeta. Fobos será primero explorado desde una trayectoria alrededor del satélite y, más tarde, desde su superficie. Se planifica la toma de muestras de suelo de Fobos y su envío a la Tierra para su investigación en laboratorio.
Otro proyecto comentado por el científico se titula Luna-Globo. Este prevé el lanzamiento en 2012 de un aparato espacial a una órbita polar en torno a la Luna y la explorará a distancia, por medios de espectrómetros, telecámaras y aparatos de descenso. Así se pretende saber, en lo fundamental, si hay minerales útiles para los terrícolas en la Luna. Y, por supuesto, si hay agua allí, en forma de hielo, se entiende. Pues, si no hay allí hielo de agua, que puede haber en las zonas polares, no iluminadas por el Sol, el hombre nada tiene que hacer en este cuerpo celeste.
Volvemos a Venus, continúa su relato Nikolai Sankó.
El programa contiene un proyecto más: la exploración de Venus. Comenzará a realizarse en 2014. Pero esta labor se distinguirá de nuestros anteriores proyectos. Por los años 70 y 80 del siglo pasado estos fueron muy venturosos. Por primera vez recibimos una imagen de la superficie venusiana. No la recibió nadie más. Medimos la temperatura, estudiamos la composición química de la atmósfera. Es decir, tuvimos más suerte en Venus y los norteamericanos en Marte. Ahora volvemos a Venus y planeamos que esta vez el aparato de descenso funcionaría en la superficie e este planeta, a una temperatura de 500 grados centígrados sobre cero, durante un mes.
Recordemos que con anterioridad los aparatos que bajaban a Venus funcionaron 40 minutos como máximo, porque cuando se calentaban bastante, fallaban los dispositivos electrónicos. Ahora Roscosmos cuenta con otras tecnologías y, respectivamente, con nuevos sistemas electrónicos. Por eso esperamos que el aparato funcione un mes.
Tomado de la página web de la emisora Voz de Rusia
