KOMMERSANT. La Cámara Pública de Rusia, organismo creado por Vladímir Putin para promover las bases de la sociedad cívica en el país, se encargará de formar en los cuerpos de seguridad nacionales los denominados consejos sociales y, en rigor, tendrá la exclusiva para evaluar su gestión en nombre de toda la sociedad.
Los miembros de la Cámara han dado a entender ya que van a quitarles a las ONG independientes el debate de los temas más perentorios, tales como las novatadas dentro del Ejército ruso, los procesos judiciales contra científicos acusados de espionaje, la xenofobia y el extremismo.
‘Las estructuras de seguridad se destacan por una lealtad extrema hacia el presidente pero son mal gestionadas, así que el primer ejecutivo necesita tener un aliado en nuestra persona' - explica Alexey Chadaev, de la Cámara Pública (CP).
Esta última se ocupa hoy de los temas más actuales del acontecer social paralelamente a las ONG independientes pero, una vez que se hayan creado los nuevos consejos, tendrá mayores oportunidades no solamente a la hora de la discusión sino también en lo referente a la toma de decisiones. ‘Hacen falta acciones concretas - señala Chadaev -. No descarto que los futuros consejos se propongan crear el cargo de ombudsman en el Ejército o en la Dirección Penitenciaria'.
Los representantes de la Cámara pública manifiestan escaso interés por cooperar en esa labor con los defensores de derechos humanos. ‘Los consejos sociales deberían estar integrados por expertos' - afirma Serguey Katyrin, vicepresidente de la CP.
Los activistas pro derechos humanos, a su vez, critican los principios en que se basará la formación de los consejos sociales, diciendo que reducen el protagonismo de la sociedad cívica. ‘La Cámara Pública será un coladero para dejar a las ONG correctas, es decir, a una oposición de bolsillo que se limitará a asentir o fingirá protección de derechos humanos' - advierte Lev Levinson, del Instituto para DD.HH.
Al mismo tiempo, él espera que los cuerpos de seguridad van a prestar mayor atención a las ONG que a la Cámara Pública. ‘Aunque no tengamos rango alguno, tenemos la autonomía y una visión crítica de las cosas' - señala Levinson.
