En vísperas de la cumbre del G-8, Vladimir Putin respondió a preguntas de cuatro cadenas de TV occidentales: la francesa TF-1, la norteamericana NBC, la canadiense CTV y la alemana ZDF. Algunas respuestas del primer mandatario asombraron a expertos.
A petición de TF-1, el presidente ruso por primera vez comentó la abortada transacción entre Severstal y Arcelor. Putin ha subrayado que Severstal es una empresa privada, mientras la renuncia de Arecelor a la fusión con Severstal a favor de Mittal Steel es un asunto que concierne antes que nada a los accionistas. Putin está seguro de que este escándalo no afectará la imagen de Rusia, pues se trata de "intereses mercantiles", sin más. Pero expertos creen que el presidente ruso falta a la verdad. "A lo largo de todo el proceso de trámites relacionados con la transacción el Kremlin no escatimó esfuerzos por prestar ayuda a Severstal. Ha sido un fehaciente ejemplo de proteccionismo estatal -afirma el politólogo Dmitry Oreshkin-. Por esta razón, el daño fue causado no sólo a la imagen de la empresa, sino también a la de la máxima dirigencia del país". "La imagen de Rusia resultó dañada -acepta Alexei Makarkin, Director General adjunto del Centro de Ingeniería Política-. La transacción patrocinada por el Kremlin fue un intento de promover a compañía rusa a uno de los mayores mercados europeos". Ello no obstante, según opina Dmitry Gusev, presidente del consejo de vigilancia de Bakster group, la fracasada transacción con Arcelor no debilitará las posiciones de Rusia en la cumbre, porque este tema ya no centra la atención de los medios de comunicación occidentales.
Fue inesperada asimismo la respuesta que dio Putin a la solicitud del periodista canadiense de comentar el foro de la oposición "La Otra Rusia". "No sé a ciencia cierta de qué evento se trata", confesó Putin, mostrándose al propio tiempo de que "esto se organiza con vistas a las elecciones a la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso) a celebrarse a finales de 2007". "El Kremlin acoge irracionalmente el foro en cuestión, ya que los partidos políticos de Rusia, factores reales de la próxima campaña electoral, renunciaron a participar en este cónclave", expresó su extrañeza el politólogo Boris Makarenko.
Vladimir Putin eludió discutir el tema de amnistía para Mijaíl Jodorkovski: "En Rusia la legislación no descarta la conmutación de la pena". A la pregunta tradicional sobre la prorrogación de los poderes presidenciales, Vladimir Putin, sin hacerse el modesto, respondió endilgar contestó: "No se puede vincular el destino de un Estado tan enorme con el de una persona, incluso como yo".
