Europa considera al Cáucaso como paciente político que padece de "conflictividad interétnica". La tarea prioritaria que los políticos europeos pretenden cumplir en el Cáucaso consiste precisamente en arreglar los conflictos interétnicos y difundir el sistema de valores europeo. Pero al anunciar su apego a los valores democráticos universales, la Unión Europea a menudo no toma en consideración los usos y costumbres étnicos y culturales de esta región.
Un papel especial en el Cáucaso lo desempeña Rusia. Primero, porque parte de su territorio está en el Cáucaso. Segundo, porque desarrolla enérgicas actividades en el Cáucaso Sur. Además, realmente es difícil sobreestimar su aporte al arreglo de los conflictos larvados.
A juzgar por todo, los expertos europeos hoy están dispuestos a enfocar el Cáucaso como área íntegra, sin separar los problemas de las repúblicas "independientes" del Cáucaso Sur y los de las repúblicas del Cáucaso Norte que forman parte de la Federación Rusa. Pero tal enfoque, compartido por la mayoría de los políticos y expertos rusos es interpretado en Europa de una manera algo extraña: Rusia no sólo debe renunciar al exclusivo papel político que desempeña en el Cáucaso Sur, sino también permitirles a los europeos desarrollar misiones de paz en el Cáucaso Norte.
Para Moscú esto significaría reconocer su propia inconsistencia institucional y administrativa. Además, no está del todo claro qué decisiones concretas le proponen a Rusia los países europeos. ¿Sostener negociaciones con los separatistas? Tras la tragedia de Beslán y la eliminación física de Aslán Masjadov, el propio movimiento separatista está atravesando por una seria crisis. También cuando Masjadov estaba vivo, la idea de sostener negociaciones con él era una de las dulces utopías europeas, pues la realidad es tal que ningún líder político de los separatistas no estaba reconocido por otros líderes.
Hoy por hoy, el enfoque europeo del Cáucaso Norte representa un aglomerado de caducos conceptos de mediados de los años 90, o sea del período cuando las fuerzas federales libraban intensas hostilidades contra los separatistas.
Al propio tiempo, la europeización del Cáucaso es una realidad en que debemos aprender a vivir. Y es justamente Rusia la que puede compartirles con los europeos sus experiencias en este tema, opina Sergei Markedonov, jefe de departamento en el Instituto de Análisis Político y Militar.
