Según un sondeo efectuado por los servicios sociológicos Gallup y TNS-emnid entre 10 mil respondientes de Alemania, Brasil, Francia , Gran Bretaña, China, EE UU, la India, el Japón y Rusia, a ésta última la llamaron gran potencia sólo el 27%; a EE UU, el 81%; a China, el 45%; al Japón, el 37%, y a Gran Bretaña, el 32%.
Entre los atributos imprescindibles de una gran potencia la mayoría de los interrogados señalan la estabilidad, el poderío económico, un eficaz sistema de educación y un alto potencial científico y tecnológico. Sólo el 20% incluyeron también entre tales factores el poderío militar. Verdad que en la Federación Rusa lo hicieron el 29%.
Los resultados de las respuestas de los rusos difieren mucho de las dadas en el exterior a la pregunta principal. Casi la mitad de los respondientes rusos (el 45%) sostienen que Rusia es una gran potencia. Ello no tiene nada de extraño, afirma el experto Evgueny Gavrilenkov, de “Troika Dialog”. “Quizás Rusia no merece del todo su estatuto de miembro del G8, si se tiene en cuenta el volumen de su producción industrial, pero ella posee arma nuclear y es uno de los más importantes suministradores de recursos energético”, dice él.
En opinión de Mijail Deliaguin, director científico del Instituto de Problemas de Globalización, en el plano global Rusia realmente ha perdido su anterior estatuto, descendiendo al nivel de una potencia regional. “Por lo cual el sexto lugar en que la ponen los extranjeros no es nada malo. La opinión que expresan los rusos también es comprensible: nosotros pensamos más a menudo en nosotros mismos y por eso creemos más en nuestras fuerzas”, dijo él.
En un futuro la Federación Rusa puede fortalecer sus posiciones. Según Evsey Gurvich, jefe de un grupo de expertos de economía, Rusia tiene la probabilidad tanto de bajar como de ascender en todos los ratings, verdad que no se debe olvidar que también existen otros pretendientes, por ejemplo la India.
