"Este acto de lanzamiento no solo muestra el compromiso del Gobierno nacional, sino del esfuerzo conjunto de las instituciones presentes para llevar adelante el proceso de formación de nuestros recursos humanos. La industria del litio es nueva en Bolivia y no solo requiere un profundo proceso de transformación, sino los elementos para avanzar en la transición energética", explicó Molina en una conferencia junto al representante del PNUD.
Bolivia tiene un enorme potencial en cuanto a reservas de litio y se estima que cuenta con 23 millones de toneladas, según datos de la estatal Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB), lo que la convertiría en el país con las mayores reservas del mundo.
Para el representante del PNUD, Aldo García, la formación de profesionales en recursos evaporíticos se realiza en el marco del proyecto de transición energética que impulsa Bolivia con miras al 2050, en alianza con la agencia de la organización de las Naciones Unidas (NNUU).
"Se diseñó el currículo del diplomado en recursos evaporíticos y la cadena de valor de litio, con el propósito de capacitar a profesionales de diferentes disciplinas en la gestión integral de recursos evaporíticos, inversiones y tendencias de mercado", puntualizó.
Bolivia forma parte del "Triángulo del Litio" junto a Argentina (19 millones de toneladas) y Chile (nueve millones de toneladas), que concentran en conjunto las mayores reservas del mundo.
La meta de Bolivia es clara: procesar las salmueras de sus salares hasta lograr fabricar baterías ion-litio para ser exportadas y, además, apuesta a obtener ingresos por 4.000 millones de dólares, por una producción superior de 20.000 toneladas de carbonato de litio, de acuerdo con datos del YLB.
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