Doce drones fueron interceptados en la provincia de Briansk; nueve, en la de Smolesnk; dos, en la de Kursk; uno, en la de Vorónezh; y otro más, en la de Rostov del Don, precisó Defensa que calificó esas incursiones de "ataques terroristas".
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartaristán.
En respuesta, Rusia reanudó a finales de marzo pasado ataques de represalia regulares contra instalaciones del sector energético de Ucrania.