"Esta decisión no contribuye a solucionar el conflicto palestino-israelí. Es el reflejo del creciente interés de la comunidad mundial por promover una solución pacífica mediante el establecimiento de dos Estados", señala Grigori Lukiánov.
Al mismo tiempo, subraya que la adopción de medidas concretas por parte de Washington o China podría contribuir significativamente al desarrollo de esta cuestión.
Anteriormente, el ministro israelí de Exteriores, Yisrael Katz, ordenó la llamada inmediata a consultas de los embajadores de Irlanda y Noruega, ante su decisión.
"Esperamos declaraciones bastante cáusticas de los representantes de Israel (...) y del propio [primer ministro israelí, Benjamín] Netanyahu, que no necesita hacer nada", destaca el analista.
"Cuanto menos se esfuerce Israel, más podrá demostrar que estas acciones carecen de importancia para él y no desempeñan ningún papel", continúa.
El experto enfatiza que no cabe esperar ninguna sanción de los políticos israelíes.