"Instamos a los Estados miembros de la OSCE a apoyar la actitud no preconcebida, consistente en que todos los casos de asesinatos y atentados contra la vida y la persecución de los reporteros, indistintamente de su nacionalidad y ciudadanía, deben ser condenados inmediatamente. Se debe exigir responsabilidad a los culpables de haber cometido crímenes contra los periodistas", procede de la declaración.
Izvestia informó el 19 de abril sobre la muerte de su corresponsal de guerra Semión Eriomin, como resultado del ataque de un dron FPV, mientras grababa un reportaje en una zona de la operación militar especial rusa.
El corresponsal cubría las operaciones de combate que se llevaron a cabo en Mariúpol, Azovstal y otros lugares, arriesgando su vida más de una vez, señaló Izvestia.