A casi una semana de que la Organización de Estados Americanos (OEA) condenara la irrupción de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito,
la crisis diplomática entre Ecuador y México será
abordada ahora directamente por los presidentes de la región, esta vez en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El encuentro fue
convocado por la presidenta pro tempore de la CELAC, la mandataria hondureña Xiomara Castro, secundada por los otros dos integrantes de la troika que comanda la organización, el colombiano Gustavo Petro y el presidente de San Vicente Ralph Gonsalves. La cita busca aunar un posicionamiento entre los presidentes del bloque ante lo que Castro mencionó como "la
violación de la Convención de Viena de 1961 y la Convención de Asilo de 1954 por parte de Ecuador".
El encuentro virtual entre los mandatarios complementa un primer encuentro que se dio entre los cancilleres del bloque, en el que el Gobierno mexicano expuso sobre el episodio que terminó en la
detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas y comenzó a trabajarse en una declaración conjunta de condena contra Ecuador.
Para el canciller hondureño, Eduardo Reina, es posible que se analicen acciones concretas contra Ecuador porque episodios como el ocurrido en Quito "no deben repetirse para no crear antecedentes funestos".
De todas maneras, las potestades de la CELAC para establecer sanciones concretas contra Ecuador puede ser algo relativa. Apenas se fijó el encuentro, las cancillerías de Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay emitieron una declaración señalando que la convocatoria hecha por Xiomara Castro no contaba con el consenso de todo el bloque, por lo que cualquier declaración que se aprobara no podría ser considerada una posición de la CELAC.
En un diálogo con Sputnik, el politólogo Sergio Pascual consideró que es importante que la CELAC, como organismo que nuclea a los países de la región, emita una declaración al respecto.
El analista admitió que la CELAC "no tiene mecanismos suficientes" para aplicar sobre Ecuador sanciones concretas, pero apuntó que, de todos modos, "sí es importante que haya algún tipo de declaración que deje en claro que la CELAC está del lado de la legalidad internacional y no de la permisividad con este tipo de conductas".
De todos modos, el politólogo señaló que la CELAC sí podría avanzar en la suspensión de Ecuador como miembro activo. En ese sentido, afirmó que la detención de Glas dentro de la Embajada Mexicana es un episodio "tan grave que todos los organismos internacionales y todas las instituciones bilaterales y multilaterales poner en suspenso la participación de Ecuador".
Pascual señaló que, en tiempos "de realpolitik en que países como Israel se saltan sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas porque tiene el apoyo de países centrales", México debería "arroparse en la fuerza de los países hermanos de América Latina para frenar a Ecuador".
En ese sentido, el analista consideró que, si bien las declaraciones de organismos como la CELAC son necesarias, México debería aprovechar el apoyo de los demás países de la región para castigar a Ecuador "donde más le duele".
"Si no es con la ruptura de relaciones comerciales o el embargo en la venta de algunos de los productos esenciales para el país, podría ser con la suspensión de la participación de Ecuador en organismos multilaterales o de cooperación económica como la Comunidad Andina (CAN)", propuso el experto.
Pascual afirmó que este tipo de medidas "son las que realmente podrían poner en jaque" la postura que, a pesar de la repercusión internacional, todavía mantiene el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa. "Si no hay más presión funcional y si todo se queda en lo discursivo va a ser difícil que Ecuador recule", añadió.