El asesinato de siete voluntarios que acababan de entregar toneladas de comida a la población palestina de la Franja de Gaza sigue dando de qué hablar. Y aunque el Ejército de Israel sigue manteniendo su versión de que todo se trató de una confusión, una investigación del país hebreo reveló este 5 de abril una serie de errores e infracciones de procedimiento por parte de las fuerzas israelíes.
Las pesquisas realizadas por las FDI determinaron que los soldados que atacaron los tres vehículos de World Central Kitchen creyeron equivocadamente que estaban disparando contra militantes de Hamás.
Sin embargo, la investigación concluyó que sí se habían "infringido algunos procedimientos habituales", como que los soldados no leyeron los mensajes que les llegaron de los altos mandos sobre el desplazamiento de un convoy humanitario en automóviles.
Los militares israelíes supuestamente divisaron que había un individuo armado dentro de un vehículo. Por ello enviaron un dron de ataque. Sin embargo, el objeto al final resultó no ser un arma.
"Ahora sabemos que fue un error. No era una pistola. Quizá fuera una bolsa", declaró el general retirado Yoav Har-Even, quien dirigió las investigaciones.
Las FDI también culparon directamente al comandante a cargo de identificar el supuesto objetivo de ataque y al coronel que aprobó la operación sin información clara.
Las víctimas del ataque fueron un australiano, tres británicos, un estadounidense, un palestino y un polaco, quienes fallecieron durante la agresión, que duró alrededor de cuatro minutos en contra de los tres autos.
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