Se trata del primer despliegue de un misil con este tipo de ojiva. Se realizaron pruebas para confirmar sus características, incluidas las de su trayectoria de vuelo y su maniobrabilidad lateral, según indica ATCC.
El misil recorrió 1.000 km con una altitud máxima de vuelo de 101,1 km, la cual fue revisada a 72,3 km.
A su vez, el Ministerio de Defensa japonés había estimado la altitud de vuelo en 100 km y el alcance en 650 km.
La ATCC señala que el lanzamiento no amenazó la seguridad de otros países.
Sin embargo, Japón protestó enérgicamente y condenó el lanzamiento.
Tras la prueba, Kim Jong-un declaró que Corea del Norte había completado con éxito la tarea de convertir todos los misiles tácticos, operativos y estratégicos de diverso alcance a motores de combustible sólido, así como de crear la capacidad de equiparlos con ojivas guiadas y nucleares.
El mandatario subrayó que los éxitos de la industria de misiles demostrados durante el lanzamiento eran el resultado de "décadas de severa lucha de investigación y desarrollo en defensa".
Corea del Norte prueba diversos tipos de armas con regularidad. Por regla general, los misiles se dirigen hacia el Mar de Japón, lo que preocupa a Tokio y a Seúl.
Kim Jong-un suele estar presente en los campos de pruebas durante los ensayos y también visita fábricas militares.