Pese a que las campañas presidenciales todavía no comenzaron oficialmente en EEUU —eso sucederá a principios de junio, cuando los candidatos sean formalizados en las convenciones partidarias—, está claro que la migración ilegal será uno de los temas principales en el enfrentamiento que protagonizarán el presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump en sus intentos de ocupar la Casa Blanca a partir del 2025.
Previsiblemente, ya que se trató de una de sus principales estrategias en su vencedora campaña del 2016, es el aspirante republicano quien ha hecho del récord histórico de arrestos de migrantes en la frontera entre EEUU y México registrado el último año uno de los pilares fundamentales de su nueva campaña presidencial, la tercera consecutiva, criticando constantemente al mandatario demócrata por su política migratoria en cada mitin y entrevista.
En sus más recientes comparecencias ante la prensa, llevadas adelante este pasado fin de semana, Trump declaró de que "no tendría otra opción" que
ordenar expulsiones masivas de inmigrantes indocumentados si volviera a la presidencia, y además desestimó la propuesta que el mandatario mexicano
Andrés Manuel López Obrador le hizo a su par Biden para frenar la migración ilegal proveniente de América Latina.
Dicha iniciativa, dada a conocer por el propio AMLO en varias oportunidades en las últimas semanas, incluyendo su entrevista con el programa 60 minutes de la cadena estadounidense CBS, incluye la regularización de los trabajadores mexicanos que residen en EEUU, la entrega anual de 20.000 millones de dólares por parte de Washington a los países más pobres de la región para impulsar sus economías, así como también levantar las sanciones económicas contra Venezuela y terminar el bloqueo comercial de Cuba.
Sin embargo, lo que el presidente mexicano presentó como una propuesta para atacar de raíz las problemáticas que suscitan la huida hacia EEUU de ciudadanos latinoamericanos pobres, Trump lo interpretó, según explicó en una entrevista dada a conocer el pasado domingo 31 de marzo con la cadena Fox News, como una prueba de "la falta de respeto" que inspira Biden entre los líderes internacionales.
"A mí nunca me hubieran pedido eso", dijo Trump en el reportaje, quien además agregó que
él no destinaría "ni 10 centavos" a la iniciativa promovida por AMLO, quien en la misma entrevista con
CBS dijo que el magnate republicano, incluso si volviera a ocupar la presidencia, no insistiría con la propuesta de construir un muro fronterizo con México "porque sabe que no funciona".
Sin embargo, la retórica antimigrante es solo una parte de la estrategia de Trump para intentar regresar al poder, ya que, al mismo tiempo, el aspirante republicano ha ampliado su operación para conquistar el voto latino, una minoría con un peso electoral cada vez más grande en EEUU y que actualmente representa alrededor del 15% del electorado.
Curiosamente, pese a que Trump ha hecho de la dificultad del ingreso a EEUU de migrantes latinos indocumentados uno de los temas principales de su campaña, de acuerdo a la más reciente encuesta del diario The New York Times, publicada el pasado 2 de marzo, el 46% de los votantes hispanos se inclinan a votar por el candidato republicano, mientras apenas el 40% dice que votaría al actual mandatario.
Vale recordar que desde 2021 se han registrado nueve millones de ingresos de indocumentados en todo EEUU, de los cuales más de 7,4 millones se produjeron en la frontera sur con México. Y si bien el presidente Biden ha impulsado una propuesta legislativa para
aumentar la financiación para la seguridad fronteriza, rechazada a comienzos de este año por la bancada republicana a pedido de Trump con el argumento de que era insuficiente para enfrentar la magnitud del problema, y hasta ha encargado a la propia vicepresidenta Kamala Harris buscar desalentar la llegada de migrantes indocumentados, la mayoría de los estadounidenses
reprueban la gestión del mandatario del tema migratorio.En ese sentido, una encuesta reciente del Pew Research Center arrojó que el 45% de los ciudadanos de EEUU describe la situación en la frontera sur como una crisis, mientras que otro 32% dijo que era un "problema importante".
Para Bía, el candidato demócrata tiene un problema grande en sus manos porque "como en otras temas, como es la ofensiva de Israel en Gaza, por ejemplo,
Biden apuesta a una estrategia ambigua que no termina de conformar a nadie", y su postura centrista termina interpretándose como indecisa en el mejor de los casos, y débil y calculadora en el peor.
"De esta manera, esa actitud salomónica, de darle un poco a cada grupo, pero sin resolver o tomar ninguna decisión a fondo, termina siendo mala no solo para el país, que termina con ciudades fronterizas casi paralizadas o en caos absoluto por la llegada imparable de migrantes, sino también para su propia campaña de reelección que, como en otros temas, como la economía o la política internacional, no puede exhibir logros valiosos para convencer a los votantes de darle cuatro años más en el poder", concluyó.