Tradicionalmente, se considera que el tulipán es una flor holandesa, pero esto es totalmente falso.
Pero para Crimea el tulipán puede considerarse un habitante nativo, porque en esta región esa flor se encuentra en forma silvestre.
Miles de visitantes acuden cada año a ver los tulipanes.
En la foto: tulipanes rojos del jardín botánico Nikitski.
En los Países Bajos, estas flores se han aclimatado y se cultivan exclusivamente gracias a la diligencia y la tecnología.
Los especialistas del principal jardín botánico de Crimea Nikitski crían tulipanes desde hace más de 60 años.
Debido al clima cálido de Crimea, las primeras variedades de tulipanes florecieron a mediados de febrero.
En la foto: una mujer dibuja flores en el jardín botánico Nikitski.
Esta temporada el evento durará hasta finales de abril.
Para obtener la floración en marzo y abril, los bulbos se plantan a finales de noviembre.
En la foto: una mujer en el jardín botánico Nikitski de Yalta, donde se celebra el 17.º Festival de tulipanes.
En julio, cuando los bulbos están más fuertes tras la floración, se desentierran y se clasifican.
En la foto: un perro entre tulipanes en el jardín botánico Nikitski.
El material se almacena en determinadas condiciones climáticas hasta la temporada siguiente, para que en mediados de año vuelvan a regalarnos el milagro de su belleza.
En la foto: un hombre hace fotos de tulipanes en el jardín botánico Nikitski.