"El 26 de marzo, los medios de control del espacio aéreo rusos detectaron sobre el mar de Barents un objetivo aéreo que se aproximaba a la frontera estatal de la Federación de Rusia", señala la nota.
Según el organismo castrense, "para impedir la trasgresión de la frontera estatal, despegó un caza MiG-31 de la Defensa Antiaérea rusa que identificó el objetivo como dos bombarderos estratégicos B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU".
Al aproximarse el caza ruso, los bombarderos dieron media vuelta y se alejaron de la frontera estatal de Rusia, agregó el Ministerio de Defensa. Tras impedir la violación a la frontera, el MiG-31 ruso volvió a su aeródromo base.
Se indica que el "vuelo del avión ruso se llevó a cabo de acuerdo con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales, sin cruzar rutas aéreas ni acercarse peligrosamente a los aviones de un Estado extranjero".