De acuerdo con un artículo de
The American Conservative, las
sanciones internacionales impuestas contra Rusia especialmente por países de Occidente no han tenido el efecto que esas naciones esperaban y, en cambio, han acelerado una
reorientación geopolítica.
Según el experto, Rusia ha ilustrado las condiciones y la forma que deben establecerse para romper con éxito con el orden anterior dominado solo por Occidente, así como las características del nuevo orden en desarrollo.
La
economía rusa agrega el artículo, ha podido eludir gran parte de las
sanciones masivas lanzadas contra ella en 2022, gracias, en gran medida a su enorme capacidad de producción militar.
Pero también lo ha logrado gracias al comercio de energía, pues los envíos marítimos de crudo ruso siguen siendo elevados y los enormes ingresos inesperados procedentes del petróleo mantendrán sin duda las arcas del Estado ruso a flote en un futuro previsible.
Gracias a que las
sanciones occidentales no han hecho mella, la
economía rusa superó las expectativas al crecer un 3,6% en 2023, por encima del resto de países del G7. Mientras el FMI prevé niveles de crecimiento del 2,6 por ciento este año.
Por su parte, continúa el artículo, el rublo ruso también se ha mostrado más resistente de lo esperado.
En febrero pasado, durante su mensaje anual al Parlamento ruso,
el presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó que durante la operación militar especial, toda la economía rusa mostró "flexibilidad y estabilidad", a pesar de los obstáculos impuestos por EEUU y sus aliados.
También en febrero, la primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, aceptó que el país euroasiático superó las previsiones anteriores sobre su economía. El FMI pronosticó que el crecimiento económico de Rusia en 2024 estará entre el 1,1% y el 2,6%.