La publicación, una voz autorizada en cuestiones de política internacional (hasta su fallecimiento ocurrido el año pasado, su presidente honorario era el exsecretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger), añadió en un artículo publicado el viernes 15 de marzo que los medios y políticos occidentales
han mentido sobre la eficacia de las armas enviadas al gobierno de Kiev.
Al respecto, National Interest señala que Francia ha suministrado a Ucrania vehículos blindados AMX-10RC, desarrollados en la década de los ochenta y cuya última actualización data de la década de los dos mil.
"El Ejército francés comenzó a desmantelar estos tanques en 2021 [un año antes del inicio de la operación militar especial lanzada por Rusia], después de que se dictaminó que ya no eran efectivos en el campo de batalla", recuerda la revista.
De la misma forma, los tanques de batalla Challenger-2, donados a Ucrania por el Reino Unido, también se encontraban al final de su ciclo de servicio y no tuvieron ningún efecto en el campo de batalla, según afirma el artículo.
National Interest recuerda que la
promesa de Estados Unidos de suministrar más de 30 tanques de batalla M1 Abrams causó "euforia" en Kiev, pero nadie reparó en el detalle, ironiza la publicación, de que la versión moderna y mejorada de los
tanques Abrams no sería la que Washington enviaría.
Esta situación, sugiere la revista, hace pensar que el conflicto en Ucrania, incitado por la OTAN y su política expansionista y golpista en la región, podría haber sido un mero negocio tramado por los políticos occidentales para beneficio de sus principales financistas, las empresas armamentistas del sector de defensa.
Sin embargo, la revista aclara que aunque Occidente le hubiese enviado a Kiev armamento moderno de primer nivel, esto no hubiese evitado la inminente derrota de Ucrania, ya que el ejército de ese país no estaba capacitado para usarlo adecuadamente.
"En lugar de alentar a Ucrania a negociar una solución pacífica (...), los líderes estadounidenses y británicos exigieron que el gobierno de Kiev siguiera presionando ofensivamente. Después de dos años de esto (...) Occidente simplemente está prolongando lo inevitable al arrojar su viejo equipo en manos de los ucranianos", concluye la nota.
Vale recordar que desde el comienzo mismo del conflicto, los funcionarios
rusos advirtieron a Occidente contra el envío de suministros militares a Ucrania, enfatizando que solo prolongaría la situación y no afectaría el curso de la operación militar especial.