La nota, publicada el pasado 6 de febrero, luego que el magnate se quedara con 14 de los 15 estados en juego en el llamado supermartes y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, la única competidora que todavía quedaba en pie, anunciara su salida de la carrera electoral, sugiere que
la victoria de Trump en la interna republicana marca oficialmente su regreso, tras una serie de derrotas y desafíos judiciales que amenazaron su supervivencia política.
"Hace unos 18 meses, Donald Trump sufrió uno de sus peores fracasos políticos, cuando muchos de sus candidatos fueron derrotados en las elecciones de medio término, pese a que estos comicios favorecieron en general a los republicanos. Mucha gente pensó que esto podría ser el principio del fin, un claro indicador de una debilidad política que alentaría a los votantes republicanos a abandonarlo", dice en la nota.
En ese sentido, el
New York Times, un medio históricamente ligado al Partido Demócrata, asegura que si bien el modesto, pero no insignificante apoyo a Nikki Haley (obtuvo un promedio de 20% del voto a lo largo de la interna) indica que
no todos los votantes republicanos e independientes apoyan a Trump, lo verdaderamente revelador es que
todos los sondeos generales muestran al magnate venciendo a Biden en los comicios generales del próximo mes de noviembre.
Este escenario, admiten, "es una demostración de fuerza mayor a la que [Trump] exhibió en un momento similar en sus dos campañas presidenciales anteriores".
Este
resurgimiento en la popularidad del ex presidente, apuntan, se basa en varios factores, siendo el primer de ellos la propia elección del presidente Joe Biden como el candidato demócrata, pese a sus bajos números de aprobación, el descontento generalizado por
la marcha de la economía en EEUU, y la creencia mayoritaria entre los votantes que debido a su elevada edad y el
declive cognitivo y físico que ha exhibido en el último tiempo el actual mandatario no debería buscar un segundo mandato.
El
New York Times también señala que los intentos de
lawfare contra Trump por parte de la administración Biden "no tuvieron el efecto político deseado" y solo lograron elevar su candidatura, al varios de estos procesos ser exhibidos como intentos partidistas de sacar de juego al ex presidente por parte de funcionarios y activistas del Partido Demócrata y fiscales incompetentes o deseosos de conseguir notoriedad pública.
"Se negó a dejarse provocar en los debates de las primarias, ya fuera por [Nikki] Haley, Chris Christie o su ex vicepresidente [Mike Pence]. Tiene políticos profesionales dirigiendo su campaña. Ha confinado sus monólogos al micromundo de Truth Social en lugar de regresar a una plataforma de redes sociales más grande. Ha realizado menos mítines, acaparado menos titulares con insultos y se ha retirado de algunas peleas que en el pasado se podrían haber prolongado durante semanas", afirma el artículo.
Esta fortaleza de Trump en el 2024, indica el NYT, está siendo ignorada por la Casa Blanca, que "niega el claro mensaje que están enviando las encuestas".
El diario sugiere que, gracias a la
debidilidad de Biden por su avanzada edad, el magnate tiene una ventaja ya que no será confrontado en los debates con toda la dureza que suele ser característica en una elección "normal".
"Aún no sabemos si Biden realmente puede desempeñar ese papel", admite el diario.