"Si los países occidentales acuerdan medidas restrictivas, confiscatorias, Rusia es evidente que responderá de forma adecuada… Ese paso [de Occidente] no es que sea inamistoso, es que está mal pensado", declaró ante la prensa.
Siluánov explicó que si confiscan las reservas de oro y divisas del Banco Central, cae la confianza en las instituciones y en el sistema jurídico occidental, siempre considerados defensores del negocio y la propiedad privada.
"Pues en este caso todo colapsará, causando mucho más daños a las empresas occidentales que a Rusia", subrayó el ministro.
Desde febrero de 2022, los países hostiles están imponiendo sanciones a Rusia. Como consecuencia, fueron congelados tanto los activos soberanos como los activos de inversores particulares. Las reservas en divisas congeladas de Rusia se estiman en unos 300.000 millones de dólares.
Poco después se empezó a hablar de la confiscación de esos activos por países extranjeros para distintos fines. En octubre de 2022, los líderes de la Unión Europea (UE) encomendaron a la Comisión Europea presentar propuestas sobre el uso de activos congelados para costear la reconstrucción de Ucrania.
Desde el Kremlin comentaron que la adopción de semejantes decisiones infringe todas las reglas y normas del derecho internacional. A su vez, la Cancillería rusa tildó de "robo" la congelación de los activos rusos en Europa y señaló que la UE quiere hacerse no solo con los medios financieros de particulares, sino también con los activos estatales de Rusia.
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