"Se regresa lo privado a lo público. Son [12 plantas y un campo eólico] que se adquirieron, se compraron; va a significar que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Gobierno [mexicano], que es del pueblo, ya tengan más del 50% de la generación de energía eléctrica para que se siga abasteciendo a todos los usuarios, todos los consumidores, [de un servicio] barato y sin fines de lucro", expresó en conferencia de prensa.
El mandatario mexicano precisó que la transacción fue por cerca de 6.000 millones de dólares.
"Dijimos desde un principio que íbamos a rescatar a Pemex [Petróleos Mexicanos] y la CFE porque el propósito de los neoliberales era acabar [con ambos], privatizarlo todo. Si hubiésemos continuado por ese camino, hoy estaría produciendo la Comisión, cuando mucho, el 10% de la energía eléctrica que consume el país, las tarifas estarían hasta las nubes porque no habría ningún control en el precio", aseveró.
"Iberdrola ha cerrado la venta del 55% de su negocio en México por unos 6.200 millones de dólares. La operación supone la venta de 13 centrales de generación con una capacidad instalada de 8.539 megavatios, de los que el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87% a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la CFE", señaló la firma en un comunicado.
Iberdrola conservará 15 plantas, toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años.
Los fondos serán solventados por el Mexico Infrastructure Partners FF, un fideicomiso creado por la Administración de López Obrador para pagar la operación.
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