Una decena de países, entre ellos EEUU, Canadá, Reino Unido e Italia, anunciaron el 26 de enero y el 27 de enero que suspenden la financiación de la UNRWA por la presunta implicación de sus empleados en el brutal ataque que el movimiento Hamás lanzó contra Israel el pasado 7 de octubre.
"Dos millones de civiles en Gaza dependen de la ayuda crítica de la UNRWA para supervivencia diaria, pero la financiación actual de la UNRWA no permitirá cumplir con todos los requisitos para apoyarles en febrero. Aunque entiendo sus preocupaciones —yo mismo me quedé horrorizado por esas acusaciones— hago un llamado enérgico a los Gobiernos que han suspendido sus contribuciones para que, al menos, garanticen la continuidad de las operaciones de la UNRWA", declaró Guterres.
El titular de la ONU recordó que de los 12 presuntos implicados, nueve fueron identificados y despedidos de inmediato por el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini; uno está confirmado como muerto y la identidad de los otros dos se está aclarando.
"Los actos presuntamente aborrecibles de estos empleados deben tener consecuencias. Sin embargo, no se debe penalizar a decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para la UNRWA, muchos de ellos en las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios. Es necesario satisfacer las necesidades apremiantes de la población desesperada a la que sirven", insistió.