"Esto [las importaciones de gas ruso] nos daba una ventaja competitiva en el pasado, era muy rentable. Después de que desapareciera el gas [de Rusia], perdimos nuestra posición dominante porque, naturalmente, los precios de la energía en Alemania subieron", explicó.
En noviembre de 2023, en Alemania se registró el crecimiento más bajo de todas las economías de la zona euro desde el inicio de la pandemia de COVID-19, informó el Consejo Alemán de Expertos Económicos, citando como razones la fuerte subida de los precios de la energía en 2022. El organismo también pronosticó una tasa de inflación media del 6,1% para 2023 y del 2,6% para 2024.
A comienzos de enero, la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis) informó que la tasa de inflación anual en Alemania aceleró hasta el 3,7% en diciembre de 2023 desde el 3,2% de noviembre.
Al mismo tiempo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) en el país germano creció un 0,1% en diciembre, mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) —una medida estandarizada de la UE de la inflación de los precios al consumo— subió un 3,8% interanual, en línea con la previsión.
La economía de Alemania, que hasta hace poco era considerada la locomotora de Europa, está perdiendo posiciones, afrontando el proceso de desindustrialización que no pueden frenar. Las dificultades económicas que experimenta Berlín se relacionan en parte con las sanciones impuestas por Washington y la Unión Europea a Rusia como represalia por el inicio de su operación militar especial en Ucrania, ocurrida el 24 de febrero de 2022.
Los bloqueos contra Rusia, uno de los mayores productores de petróleo del mundo y suministrador de gas a la industria alemana, han generado un disparo en los precios de la energía no solo de la nación germana, sino de otros Estados europeos.
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