El 17 de enero, el Ministerio de Defensa ruso informó que las Fuerzas Armadas de Rusia realizaron el 16 de enero un ataque de alta precisión contra un edificio con mercenarios franceses en la ciudad de Járkov, en el norte de Ucrania. Más de 60 militantes, según el comunicado castrense, murieron en ese ataque y más de 20 resultaron heridos. Al día siguiente del incidente, el embajador de Francia en Moscú, Pierre Levy, fue convocado al Ministerio de Exteriores de Rusia.
En su cuenta de Telegram, Volodin apuntó que el negocio de los mercenarios está fuera de la ley en Francia, y es importante averiguar si los parlamentarios franceses están enterados de que alguien infringe la ley enviando combatientes a Ucrania.
"Durante la próxima sesión plenaria de la Duma de Estado estudiaremos un llamamiento al parlamento de Francia con todas estas preguntas", prometió el presidente de la cámara baja.
Rusia advirtió en reiteradas ocasiones que la OTAN está "jugando con fuego" al suministrar armas a Ucrania, y que los convoyes extranjeros con armas serían "objetivo legítimo" para su Ejército nada más cruzar la frontera.