"Estoy profundamente preocupada por cualquier potencial de escalada que podría tener consecuencias devastadoras para las personas en ambos lados de la Línea Azul", declaró la portavoz de la fuerza militar provisional de la ONU, Kandice Ardiel.
"Seguimos implorando a todas las partes que cesen el fuego y pedimos a cualquier interlocutor con influencia que inste a la moderación", añadió.
El 2 de enero por la noche, una explosión acabó con la vida del alto funcionario de Hamás, Salé Aruri, y la de otras seis personas en el sur de Beirut. Se acusa a Israel del asesinato, que ha jurado matar a cada uno de los líderes de Hamás, estén donde estén, pero hasta ahora Israel no ha reivindicado esta acción. Mientras, tanto Hamás como la milicia chiita libanesa Hizbulá han amenazado con tomar importantes represalias contra Israel.