El pasado 14 de diciembre, los mandatarios de Venezuela y Guyana,
Nicolás Maduro e
Irfaan Ali, acordaron
resolver la disputa territorial por la
región del Esequibo, territorio de 159.000 kilómetros cuadrados, de forma pacífica conforme al derecho internacional, en una reunión al más alto nivel en San Vicente y las Granadinas.
No obstante, tras el anuncio del
envío de una patrulla naval británica a las costas del Esequibo, crece la tensión entre las naciones sudamericanas, las cuales suman un nuevo actor:
el Reino Unido.Tras el anuncio del envío del buque
patrullero HMS Trent de la Real Marina británica, a lo que Maduro consideró como "una amenaza militar de Londres", el mandatario venezolano ordenó una
"acción defensiva" el 28 de diciembre, con la activación y el despliegue de
maniobras conjuntas de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana frente a las costas del territorio en disputa.
De acuerdo con el especialista, la presencia británica "viola todos los tratados y acuerdos que se habían referido por parte de los dos presidentes sudamericanos y demuestra que los intereses del Reino Unido de verdad no toman en cuenta las decisiones regionales y locales de los dos países en conflicto", agregó.
Tras la reunión del 14 de diciembre, los Gobiernos de
Guyana y
Venezuela establecieron su concordancia en varios puntos, entre ellos que "no se amenazarán ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos Estados".
Además, acordaron "que cualquier controversia entre los dos Estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra de 17 de febrero de 1966".
Asimismo, indicaron que están "comprometidos con la búsqueda de la buena vecindad, la convivencia pacífica y la unidad de América Latina y el Caribe".
"Para el Reino Unido las conversaciones, el diálogo y los procesos diplomáticos que pasan entre los dos países no son su prioridad", la cual es "defender sus intereses económicos, violando precisamente estos acuerdos", acusó Romero Harrington.
Por otro lado, destacó el analista, el efecto en Venezuela de la decisión de Londres "es una sensación de unidad nacional frente a un tema". El despliegue del barco británico genera "un consenso de la opinión pública y las Fuerzas Armadas frente a una cuestión que atañe a los intereses nacionales", remarcó Romero Harrington.
La disputa por los 159.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo, ricos en recursos energéticos, ha sido sostenida por más de 100 años, primero entre Venezuela y Guayana Británica como territorio colonial británico y en la actualidad por Guyana, país independiente desde 1966.
Ese mismo año, ambos países sudamericanos firmaron un acuerdo, bajo el alero de las Naciones Unidas, para resolver de forma pacífica la disputa territorial. Sin embargo, en 2018 Guyana demandó a Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia, con la petición de validar el laudo arbitral de 1899, que le proporciona derechos sobre la región del Esequibo.
La escalada de conflictividad en torno al territorio en disputa se elevó en 2023, a partir de las
concesiones para inspecciones petroleras que el Gobierno guyanés ha entregado a empresas petroleras de capitales estadounidenses, británicos, y franceses, entre otros.
Venezuela realizó el 3 de diciembre un referendo consultivo, que obtuvo 10,5 millones de votos, en respuesta a la decisión de Guyana de licitar bloques petrolíferos en el territorio sin delimitar.