"El fin de año huele a compras, enhorabuenas y postales con votos de renovación", canta el artista cubano Silvio Rodríguez. La capital administrativa de Bolivia no es ajena a este hábito. Repleta de luces y figuras alegóricas, las familias se toman fotos y compran lo que les falta para celebrar el 24 y 25 de diciembre.
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Para las fiestas de fin de año, cientos de familias de comunidades indígenas originarias concurren a las grandes ciudades, como La Paz, para pedir dinero a las y los peatones. Así obtienen algunos recursos para empezar 2024.
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El paseo del Prado, en la ciudad de La Paz, es un recorrido obligado para las y los turistas nacionales y extranjeros que en estas fechas llegan a la capital boliviana.
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Con sus comercios abiertos hasta altas horas, artistas callejeros, mendigos y el trajinar incesante de minibuses, el paseo del Prado constituye un reflejo fiel de la identidad paceña.
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El paseo del Prado, en la ciudad de La Paz, se llenó de luces y de figuras navideñas. Cada noche cientos de familias de todo el país, que vinieron para las fechas de vacaciones, disfrutan de esta parte de la capital boliviana.
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En el centro de la ciudad de La Paz se encuentran sus edificios más emblemáticos. La Vicepresidencia del Estado Plurinacional, en las esquinas de Ayacucho y Mercado, se encendió con colores que rompen con el panorama gris habitual.
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El expresidente Gualberto Villarroel (1943-1946) fue uno de los primeros mandatarios latinoamericanos que reconocieron los derechos de los pueblos indígenas. Su frase más recordada es: "No soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo de los pobres". En estas fechas su busto, en la plaza Murillo, fue ornamentado incidentalmente por las luces navideñas.
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El Gobierno del presidente Luis Arce instaló varios puestos en la plaza Murillo, donde también se ubican la Casa Grande del Pueblo, la Catedral y otras instituciones importantes.
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Decenas de familias que recorren los atractivos de la ciudad, llegan este fin de año a la plaza Murillo.
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En la calle Comercio, del centro paceño, las compras navideñas se extienden hasta cerca de la medianoche. La oferta es infinita: ropa, dulces, juguetes y artefactos electrónicos de toda especie se exponen en esta peatonal.
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En la plaza San Francisco, que data del siglo XVII, la alcaldía levantó un árbol cuyas luces se reflejan en el piso mojado por las lluvias de esta época. La Paz es una de las pocas ciudades de Sudamérica donde la Navidad puede acontecer con nevada.
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En época festiva, las familias paceñas no tienen límites al momento de elegir las figuras de fantasía con las cuales se toman fotos. En la Estación Central del Teleférico de la urbe paceña funciona la feria Navilandia, donde las familias encuentran una variada selección de personajes esculpidos con aterradora fidelidad.
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