"Se trata de cuerpos envueltos en telas y material vegetal, lo que en arqueología llamamos fardos funerarios. Entre las capas de estas telas encontramos artefactos: cerámica y herramientas y objetos de culto", explica para Nauka w Polske el bioarqueólogo Lukasz Majchrzak, uno de los jefes de la investigación.
"En aquella época, la elevada mortalidad infantil era lo normal, sobre todo después de que el niño fuera destetado. Esto no siempre se refleja en el registro arqueológico, porque los niños no siempre se criaban en pie de igualdad con los adultos. En el caso de Cerro Colorado, lo que nos sorprende no es la cantidad, sino la forma en que se confeccionaron los envoltorios infantiles", añade Majchrzak.
"Por el momento es difícil dar una interpretación definitiva de este hallazgo. Es muy posible que toda la comunidad se limitara a enterrar niños en este lugar. También es interesante que parece tratarse de niños de no más de dos años, algunos de los cuales debían de ser recién nacidos o bebés. Tal vez se enterrara a niños mayores en otras partes del cementerio por alguna razón; de momento sólo hemos examinado 20 metros cuadrados del túmulo", expone el investigador polaco.
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