De acuerdo con un análisis de Bloomberg, los ingresos mensuales de Moscú por exportaciones de petróleo son mayores ahora que antes del conflicto ucraniano, lo que "pone de manifiesto el fracaso de las medidas" que buscaban afectar a Moscú.
Diseñadas para reducir la financiación de la operación militar rusa en Ucrania,
las sanciones aprobadas hace un año incluía un tope de
60 dólares por barril para el petróleo ruso transportado por mar, 24 dólares por debajo del precio medio de mercado en los últimos 12 meses.
Sin embargo, lejos de mermar la economía rusa, las sanciones han fomentado, según Bloomberg, un lucrativo negocio para decenas de comerciantes y compañías navieras difíciles de rastrear, conocido como "la flota sombra". Y es a través de estas embarcaciones que parte del petróleo ruso supuestamente sigue siendo transportado en todo el mundo.
La creciente importancia de esta estrategia comercial es evidente: este año ha movido cerca del 45% del petróleo ruso, de acuerdo con el medio estadounidense especializado en economía y finanzas.
Esta cifra fue "la más alta desde mayo de 2022" y superó la de cualquier otro mes del año anterior al inicio del conflicto en Ucrania, que inicialmente provocó una enorme volatilidad en las exportaciones del país, apunta el análisis.
De acuerdo con
Bloomberg, los propietarios de flotas nacionales y en la sombra movieron colectivamente
más del 70% de los cargamentos de petróleo ruso en los nueve primeros meses de 2023, lo que permitió a Moscú
mantener el control sobre sus exportaciones y aumentar progresivamente los precios.
El presidente ruso
Vladímir Putin emprendió este 6 de diciembre una gira de trabajo por dos de las grandes potencias petroleras del mundo: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. En su encuentro con los líderes de dichos países árabes, Moscú se comprometió a
mantener sus inversiones en el Oriente Medio para brindar estabilidad al mercado energético mundial.
Incluso recientemente Politico nombró a Elvira Nabiúlina, gobernadora del Banco Central de Rusia, como "la persona disruptiva del año", ya que en sus últimos 10 años en ese cargo, sus "políticas monetarias de línea dura han salvado repetidamente el rublo y mantenido a flote la economía del país".
A pesar de las sanciones, el Producto Interno Bruto (PIB) del país euroasiático
creció un 4,9% en el segundo trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del Servicio de Estadísticas de Rusia (Rosstat). Además, el presidente Putin aseguró que
la economía rusa crecerá alrededor del 3% en 2023.