"Quiero subrayar que la independencia de Taiwán es incompatible con la paz en el estrecho de Taiwán, la independencia de Taiwán significa guerra. Es un camino que lleva a un atolladero", dijo durante una sesión informativa para los medios.
Los sofisticados cambios que el Partido Progresista Democrático de Taiwán introduce en sus retóricas no le ayudan a ocultar los intentos de "atar al pueblo de la isla a la máquina de combate del independentismo taiwanés", señaló el diplomático. Los separatistas taiwaneses están condenados al fracaso, y no lograrán convertirse en obstáculo para la reunificación de China, subrayó.
La tensión entre China y Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla en agosto de 2022, efectuada pese a las protestas de Pekín, que vio en ese viaje un apoyo de Washington al separatismo taiwanés y organizó ejercicios militares de gran escala.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de la República Popular China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago. Las relaciones entre Taipei y Pekín se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.