El acuerdo de tregua, pactado con la mediación de Catar, estipula la liberación de 50 rehenes israelíes a cambio de 150 prisioneros palestinos y el ingreso de ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible a la Franja de Gaza.
Ismail Haniya, responsable de la oficina política del movimiento palestino Hamás, confirmó el compromiso de la formación con la tregua de cuatro días en la Franja de Gaza, siempre y cuando Israel la cumpla.
"Reafirmamos nuestro compromiso con la implementación de los acuerdos mientras que el adversario cumpla con lo pactado", dijo Haniya en un mensaje transmitido por el servicio de mensajería Telegram.
Inicialmente, la tregua iba a empezar el 23 de noviembre, pero se retrasó hasta el 24 de noviembre, por detalles en lista de rehenes.
La liberación de un primer grupo de 13 rehenes —mujeres y niños— se prevé para las 16:00, hora local (14:00 GMT).
Durante los cuatro días de tregua se recogerán datos sobre los rehenes restantes, se estudiará la posibilidad de liberar más cautivos y se trabajará para extender la pausa humanitaria, según el Ministerio de Exteriores catarí. Hay un total de casi 240 rehenes en manos de Hamás.
Por su parte, el movimiento Yihad Islámica Palestina tiene previsto obligar a Israel a canjear a todos los rehenes israelíes en su poder por los palestinos en prisiones israelíes.
"Obligaremos al enemigo a llevar a cabo una gran operación de intercambio que garantice la liberación de todos nuestros cautivos según la fórmula 'todos por todos'", declaró el jefe del movimiento, Ziad al Nakhala.
Al Nakhala dejó claro que Yihad Islámica Palestina no liberará a los rehenes militares israelíes hasta que todos los palestinos encarcelados sean puestos en libertad.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, supuso, que tras "una pausa breve", las operaciones bélicas en la Franja de Gaza van a continuar "con intensidad" durante dos meses más como mínimo.
Más tarde, Al Jazeera informó que residentes de Gaza murieron y varios más resultaron heridos intentando regresar a sus hogares en el norte del enclave, cuando el Ejército israelí abrió fuego contra ellos.
Un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichay Adraee, advirtió este viernes a los desplazados gazatíes que "la guerra no ha terminado", tienen prohibido regresar al norte y han de permanecer en una zona humanitaria en el sur del enclave, por su propia seguridad.
Por su parte, el Gobierno egipcio dijo que Gaza recibirá 130.000 litros de diésel y cuatro camiones de gas a diario durante la vigencia de la tregua. Israel había cortado el suministro de provisiones básicas, el enclave que recibe cantidades muy limitadas de ayuda humanitaria a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
Poco después, el Ejército de Israel aseguró que dejó pasar ocho camiones cisterna con combustible para la Franja Gaza, el enclave palestino asediado por las tropas de ese país.
"Esta mañana [24 de noviembre] cuatro camiones cisterna con combustible y cuatro camiones con gas doméstico fueron enviados desde Egipto a las organizaciones humanitarias de la ONU al sur de la Franja de Gaza a través del cruce de Rafah", señaló la institución castrense en la red social Telegram.
Se desconoce por el momento si las partes en conflicto acatan la tregua. Un cuarto de hora después de su entrada en vigor, sin embargo, el ejército israelí publicó en Telegram que "sonaron las sirenas [antiaéreas] en comunidades cercanas a la Franja de Gaza".
Un portavoz del cruce de Rafah, citado por Al Jaseera, confirmó a su vez la entrada de los primeros camiones con material y combustible para Gaza, de un total de 230 que se esperan este 24 de noviembre.
La nueva espiral del conflicto palestino-israelí, desatada con el ataque sorpresa que Hamás lanzó el pasado 7 de octubre, ha causado hasta la fecha unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos en Israel y más de 14.800 muertos y 36.000 heridos en Gaza, según los últimos datos oficiales.
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