La auditoría del Pentágono consta de 29 subauditorías individuales, realizadas por más de 1.600 auditores en más de 700 visitas sobre el terreno. Por el momento, el Pentágono tiene unos 3,8 billones de dólares en activos y otros 4 billones en pasivos.
En el comunicado del 16 de noviembre, el Pentágono destacó que había hecho "progresos incrementales" hacia una auditoría limpia este año. "A fecha del 13 de noviembre, los auditores habían validado que habíamos cerrado 490 de los 3.008 hallazgos del año pasado, y esperamos que el total siga aumentando a medida que se vayan cerrando las cifras", indicó McCord en el documento.
En su opinión, aunque queda mucho trabajo que hacer en esta dirección, la labor de auditoría de los últimos años ha reportado "importantes beneficios" al Departamento de Defensa. El oficial estadounidense también apuntó a las asistencias actuales de EEUU a Ucrania e Israel, y sus procesos, señalando que "están estrechamente relacionados" con el trabajo del organismo.
Cabe destacar que los recientes meses de la ayuda militar a Kiev y Tel Aviv no se incluyeron en la auditoría, que se centró en los gastos de 2022, Washington
siguió enviando 43.900 millones de dólares en "ayuda a la seguridad" a Ucrania, incluida una parte sustancial de sus reservas de armas. Dado que se entregó al Estado ucraniano sin supervisión adecuada, el enorme volumen de ayuda ha despertado la ira y la sospecha entre algunos legisladores y políticos estadounidenses, que han exigido que se detengan los envíos de ayuda hasta que
se establezcan métodos de rendición de cuentas.
De las 29 subauditorías, solo siete recibieron una calificación de "aprobado", una de ellas fue calificada de "cualificada", 18 recibieron una calificación de "no aprobadas" y tres siguen "en curso". El Departamento de Defensa se ha fijado el objetivo de tener una auditoría limpia para el año fiscal 2027.
Mientras tanto, la auditoría no encontró pruebas explícitas de fraude.
El profesor de seguridad nacional y director de transformación académica de Bowie State University, Matthew Crosston, explicó a Sputnik que para obtener una auditoría limpia "cada una de las subauditorías tiene que ser sustantiva".
De acuerdo con sus palabras, el Pentágono "había evolucionado hasta alcanzar el tamaño de un Leviatán sin mantener posteriormente un sistema empresarial y financiero sensato y lógico". Añadió que aunque el Departamento de Defensa intentó mejorarlos, "el tamaño de la reforma necesaria supera el alcance y la capacidad del departamento".
"Es más, dado su estatus único dentro del Gobierno de EEUU como una especie de vaca sagrada que nunca puede ser duramente criticada o reprendida, es bastante comprensible por qué la reforma de los sistemas ha sido tan lenta e incompleta", subrayó Crosston.
Señaló que el proceso no se debe a que el esquema de asignación en el Pentágono sea demasiado complicado, sino al "grandioso tamaño del organismo en general [con todos los vínculos a otras organizaciones también que dependen del Pentágono para existir] y la expansión gigantesca de sus activos y pasivos".