Así, el 27 de octubre alcanzó los 74,25 dólares por libra mostrando el índice más alto desde abril de 2008. Sin embargo, este peak está aún lejos del récord absoluto de 140 dólares, registrado en mayo de 2007.
Desde principios de 2023, la subida del precio del metal se ha incrementado en un 55%. En enero, su valor se situaba entre 48 y 50 dólares por libra.
Hay que destacar que el metal rozó su mínimo en 2016 al bajar hasta 18 dólares por libra tras los sucesos en la central nuclear japonesa Fukushima-1 y la suspensión de todas las centrales nucleares en el país asiático. No obstante, en 2021-2022, los precios aceleraron su recuperación, y desde principios de 2023 se manifiesta cada vez más.
El mercado se ve afectado por el aumento de la demanda de uranio en el contexto de reservas limitadas. Cabe destacar que los mayores productores mundiales, por ejemplo, la compañía canadiense Cameco, número dos en el sector, rebajó su previsión de producción para 2023. A su vez, otro actor importante, la francesa Orano, corre riesgo de no obtener los componentes necesarios para el tratamiento del uranio tras el golpe militar en Níger.