"El 17 de octubre, el encargado de negocios de la República Checa en Moscú, J. Ondrejka, fue citado al Ministerio de Exteriores ruso, a quien, en respuesta a la reciente gestión de la Cancillería checa, se le presentó una fuerte protesta (...) en el contexto de las mentiras ucranianas recogidas por Praga sobre la supuesta participación de las Fuerzas Armadas de Rusia en los ataques a la infraestructura civil en el pueblo de Groza", indica el comunicado.
Desde la Cancillería explicaron en detalle al diplomático "la posición rusa sobre la situación en torno a Ucrania".
"Al diplomático se le señaló con dureza el papel indecoroso de la República Checa en el conflicto ucraniano, el apoyo activo a Kiev con el objetivo de 'infligir una derrota estratégica a Rusia', el refuerzo con armas al Ejército de Ucrania, lo que contribuye a la continuación del conflicto y a la desestabilización de toda la región", destacaron.
En este contexto, agregaron desde la Cancillería, "los intentos de Praga, que hace la vista gorda ante los crímenes del régimen de Kiev de actuar como defensor de los derechos humanos y los valores humanitarios, así como el deseo de enseñar a otros, parecen insostenibles".