Durante la sesión ordinaria del Congreso peruano del 12 de octubre, legisladores de Perú Libre, Acción Popular, Perú Bicentenario, Bloque Magisterial y Cambio Democrático-Juntos por el Perú, junto con algunos parlamentarios no agrupados, entablaron una moción de vacancia contra
Dina Boluarte.
La moción para destituir a la mandataria por supuesta
"incapacidad moral permanente", alega que presuntamente dejó el territorio peruano de forma inconstitucional, según el artículo 115 de la carta magna, ya que no estaría facultada de abandonar Perú sin contar con la representación en la vicepresidencia de su administración para asumir sus funciones.
La jefa de Estado peruana emprendió el 12 de octubre un viaje oficial de cuatro días a Europa, donde visitó Alemania, Italia y El Vaticano.
En diciembre de 2017, el legislativo del país andino admitió a trámite el pedido de vacancia en contra del presidente Kuczynski, que finalmente no prosperó, luego del inicio de una investigación en su contra en el marco del caso Odebrecht por un episodio referido al tiempo en que se desempeñó como primer ministro del
presidente Alejandro Toledo (2001-2006).
Posteriormente, el 21 de marzo de 2018, Kuczynski renunció a la presidencia peruana, luego de la aparición de videos que mostraban intentos de sobornar a un congresista para que votara en contra del segundo pedido de vacancia presidencial en su contra.
El especialista sostiene que en los últimos años se ha hecho un abuso político del recurso constitucional, debido a la "laxitud, relatividad o subjetividad conceptual" del término "incapacidad moral" y qué se entiende o interpreta del mismo.
"Lo que te dice la constitución es que el Congreso puede acusar o
puede vacar al presidente por lo que se considera incapacidad moral, y es una cuestión muy amplia, porque, ¿qué puede ser considerado incapacidad moral? Es muy subjetivo", acusó Requena.
El entrevistado especificó que para presentar una moción de vacancia "bastan las firmas de 26 de los 130 congresistas", es decir, "un quinto de la cámara para que la moción sea presentada".
Sin embargo, luego para avanzar y ser admitida, son necesarios 52 apoyos de congresistas, dos quintos del pleno del Congreso.
El politólogo peruano precisó que, "una vez que se admita, se vota, y para que se apruebe, es decir, para que a la presidenta se la vaque, se requieren dos tercios, o sea, 87 votos".
No obstante, Requena advirtió que lo más probable que pase en este caso "es que ni siquiera se admita" la moción de vacancia, "porque es una propuesta que ha presentado un grupo de bancadas de izquierdas que juntas no deben superar los 44 escaños".
De acuerdo al analista, el problema de inestabilidad política en el país sudamericano recae en el uso de esta herramienta constitucional ya no con fines jurídicos ni de probidad pública,
sino con intenciones netamente políticas.
En consecuencia, "todo reposa en lo político", sostiene Requena, lo que se evidenció también en el gobierno de Kuczynski, "que cuando tienes una oposición muy grande en el Congreso, es un frente muy difícil de manejar", agregó.
Así las cosas, un presidente como Martín Vizcarra (2018-2020), "que en algunos momentos tenía popularidad que superaba el 80%, fue vacado" y esto ocurrió "porque no tenía un solo congresista que pudiera reclamar como suyo. Tenía un grupo de aliados, pero no tenía una bancada como tal. No es el caso de Boluarte", explicó el politólogo.
El 9 de noviembre de 2020, Vizcarra —que había asumido la jefatura de Estado tras la dimisión de Kuczynski, al ser su vicepresidente— fue vacado por "incapacidad moral" desde el Congreso peruano, en un segundo intento, por presuntos pagos ilícitos a constructoras mientras el exmandatario se desempeñaba como gobernador de Moquegua (sur).