"La raíz de este problema radica en que no se ha hecho realidad el deseo largamente acariciado por Palestina de tener un Estado independiente, y en que no se ha rectificado la injusticia histórica sufrida por el pueblo palestino", dijo Wang tras un encuentro en Pekín con Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad.
Las afirmaciones del ministro chino de Exteriores se producen en medio de una escalada del
conflicto israelí-palestino después de un ataque perpetrado por el grupo armado Hamás el pasado 7 de octubre, en el que fueron lanzados más de 4.000 cohetes contra diversas ciudades israelíes, además de que cientos de milicianos incursionaron en al menos 22 localidades del sur del país. Tel Aviv aseguró que los militantes palestinos mataron a decenas de civiles y secuestraron a más de 100 personas.
Israel respondió con el lanzamiento de más de 6.000 bombas contra posiciones en la Franja de Gaza y el 13 de octubre pidió el desalojo de más de un millón de palestinos que habitan en el norte de Gaza, en lo que ha sido interpretado como un preparativo para una incursión terrestre a gran escala.
"En el mundo hay todo tipo de injusticias, y la que se comete con los palestinos, que se arrastra desde hace más de medio siglo y ha sido fuente de sufrimiento durante generaciones, no puede continuar. La solución del problema es la solución de los dos Estados, es decir, la creación de un Estado palestino independiente que permita la coexistencia pacífica de Palestina e Israel y la convivencia armoniosa de los dos pueblos, árabe y judío", señaló el responsable de la política exterior de la nación asiática.
Wang sostuvo que China condena todos los actos que
dañan a los civiles y se opone a cualquier práctica que viole el derecho internacional.
De acuerdo con un comunicado oficial, el ministro subrayó que la primera prioridad es un cese al fuego lo antes posible para detener el conflicto y evitar que se extienda indefinidamente, a fin de evitar un mayor deterioro de la situación.
La segunda prioridad, dijo Wang, es
cumplir el derecho internacional humanitario y hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de los civiles y abrir
canales de ayuda lo antes posible, con el objetivo de evitar que se produzca una
grave catástrofe humanitaria.Y la tercera prioridad es que los países afectados mantengan la calma y ejerzan la moderación y la objetividad, a fin de impulsar una desescalada del conflicto y evitar un mayor impacto en la seguridad regional e internacional.