Internacional

Lavrov: "Occidente pretende frenar el curso natural de las cosas con métodos neocoloniales"

La 78ª sesión de la Asamblea General de la ONU confirmó de manera convincente que el mundo está experimentando cambios cardinales. La mayoría aboga por el orden multipolar, mientras que Occidente, encabezado por EEUU, pretende frenar el curso natural de las cosas con métodos neocoloniales, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en su artículo.
Lea en Sputnik
El artículo del canciller ruso El respeto de los principios de la Carta de la ONU en su totalidad e interrelación es la clave de la paz y la estabilidad internacionales fue publicado en la página web de la Cancillería rusa.
En opinión de Lavrov, en caso de que los miembros de la comunidad mundial encuentren la determinación de volver a sus raíces y convertir en acciones prácticas los compromisos adquiridos en virtud de la Carta de la ONU, la humanidad tendrá la oportunidad de superar el dañino legado de la era unipolar, declaró el canciller ruso.
"Ante nuestros ojos se está forjando un nuevo orden mundial multipolar más justo, que refleja la diversidad cultural y civilizacional del mundo. Los contornos del futuro nacen en la lucha. La mayoría mundial, que representa el 85% de la población de la Tierra, aboga por un reparto más justo de los beneficios mundiales y por el respeto de la diversidad de civilizaciones, por una democratización consecuente de la vida internacional", dijo.
En cambio, continúa el ministro, un estrecho grupo de Estados occidentales, encabezado por EEUU, pretende "frenar el curso natural de las cosas con métodos neocoloniales y conservar su esquivo dominio". Agregó que el sello distintivo del "Occidente colectivo" ha sido durante mucho tiempo el rechazo del principio de igualdad de derechos y la falta total de acuerdo asociada.

"Acostumbrados a mirar por encima del hombro al resto del mundo en la lógica de 'líderes - esclavos', los estadounidenses y sus satélites europeos suelen contraer compromisos, incluso escritos y jurídicamente vinculantes. Y luego simplemente no los cumplen, expresó.

"Como señaló el presidente [ruso], Vladímir Putin, Occidente es un verdadero 'imperio de la mentira'. Nosotros, como muchos otros países, lo sabemos de primera mano", destacó.
En sus palabras, basta recordar cómo, incluso antes de la rendición de la Alemania de Hitler, los aliados de la URSS en la Segunda Guerra Mundial —Washington y Londres— ya preparaban planes para llevar a cabo el plan "Operación Impensable" contra la Unión Soviética.
Y en 1949 EEUU estaba desarrollando planes para ataques nucleares contra la URSS, que sólo se vieron frustrados gracias a que Moscú desarrolló sus propias armas de represalia.

Expansión de la OTAN hacia el Este

Tras el final de la Guerra Fría, cuando la URSS desempeñó un papel decisivo en la unificación de Alemania y en el acuerdo sobre los parámetros de una nueva arquitectura de seguridad europea, se dieron garantías específicas a los dirigentes soviéticos, y luego rusos, respecto a la no expansión de la OTAN hacia el Este pero estas no fueron cumplidas, apuntó Lavrov.
"Estas garantías de los dirigentes occidentales resultaron ser un engaño; no tenían ninguna intención de cumplirlas", subrayó.
"Tampoco les preocupó que al acercar la OTAN a las fronteras de Rusia estuvieran violando flagrantemente los compromisos oficiales de la OSCE contraídos al más alto nivel en 1999-2010 de no reforzar su propia seguridad a expensas de la seguridad de los demás y de no permitir el dominio militar y político de ningún país, grupo de países u organizaciones en Europa", condenó.
Agregó que la OTAN ha hecho persistentemente —y está haciendo— exactamente lo que se comprometió a no hacer.
Internacional
Lavrov: "Hoy se decide si el mundo tendrá un hegemón o si será un mundo justo"
El canciller ruso recordó que a finales de 2021 y principios de 2022, las propuestas de Moscú de concluir tratados con Estados Unidos y la OTAN sobre garantías mutuas de seguridad en Europa sin cambiar el estatus de no alineado de Ucrania fueron arrogantemente rechazadas.

"Occidente siguió militarizando sistemáticamente el régimen de Kiev, que fue llevado al poder como resultado de un sangriento golpe de Estado y utilizado como trampolín para crear amenazas militares directas contra nuestro país y destruir su patrimonio histórico en las tierras de los legítimos intereses rusos", afirmó.

Añadió que una serie de ejercicios conjuntos recientes entre los EEUU y los aliados europeos de la OTAN, que incluyeron escenarios de prueba para el uso de armas nucleares en el territorio de Rusia, no tuvieron precedentes desde el final de la Guerra Fría.
"La tarea declarada de infligir una 'derrota estratégica' a Rusia ha terminado por cegar los ojos de unos políticos irresponsables, obsesionados con su propia impunidad y que han perdido su elemental sentido de la autoconservación", señaló.
Una nueva y peligrosa manifestación del expansionismo de la OTAN, según Lavrov, es el intento de ampliar el área de responsabilidad del bloque a todo el hemisferio oriental bajo el taimado lema de la "indivisibilidad de la seguridad de las regiones euroatlántica e indopacífica".
Para cumplirlo, Washington está creando mini-alianzas político-militares bajo su control, como AUKUS, la alianza de EEUU-Japón-Corea del Sur, el cuarteto Tokio-Seúl-Canberra-Wellington y empuja a sus participantes hacia una cooperación práctica con la OTAN, que está implantando su infraestructura en el teatro de operaciones del Pacífico, detalló Lavrov.
"La focalización no disimulada de tales esfuerzos contra Rusia y China y el desmoronamiento de la arquitectura regional inclusiva y basada en el consenso establecida en torno a la ASEAN suscitan el riesgo de un nuevo foco explosivo de tensión geopolítica, además del ya recalentado europeo", escribió el ministro.

EEUU y Occidente "decidieron dar a la Doctrina Monroe una proyección global"

"El 'Occidente colectivo' viola constantemente el principio fundamental de no injerencia en los asuntos internos de otros países. Los ejemplos abundan: desde Centroamérica y Yugoslavia hasta Irak y Libia. Ahora se presta especial atención a la expansión en el espacio postsoviético", subrayó.
"Existe la fuerte impresión de que EEUU y el 'Occidente colectivo', completamente subordinado a ellos, decidieron dar a la Doctrina Monroe una proyección global. Esto es tan ilusorio como extremadamente peligroso, pero no detiene a los ideólogos de la nueva edición de la 'Pax Americana'", aseguró Lavrov.
El alto funcionario argumentó que se ha llegado al punto de que las élites gobernantes occidentales, violando la Carta de la ONU, dicen a otros países con quién y cómo desarrollar relaciones interestatales, de hecho, les niegan el derecho a tener intereses nacionales y una política exterior independiente. Por ejemplo, la estimación de la creciente asociación entre Rusia y China como "amenaza para la OTAN" en la Declaración de Vilna de la Alianza Atlántica o las recientes declaraciones de Macron.
Hablando hace poco a los embajadores franceses, el mandatario galo, Emmanuel Macron, expresó su sincera preocupación por la expansión de los BRICS, considerándola una prueba de "la creciente complejidad de la escena internacional, que corre el riesgo de debilitar a Occidente y a Europa, en particular".
"Estas son las revelaciones: si alguien se reúne en algún lugar sin nosotros, hace amigos sin ellos o sin su permiso, se considera una amenaza para su dominio. El avance de la OTAN en la región Asia-Pacífico es bueno, mientras que la expansión de los BRICS es peligrosa", manifestó en tono sarcástico Lavrov al comentar las declaraciones de Macrón.

"Occidente evita un diálogo honesto sobre la situación en Ucrania"

Occidente elude un diálogo abierto sobre la situación en torno a Ucrania, en su retórica solo se oyen eslóganes: "invasión", "agresión", "anexión".
"Ni una palabra sobre las causas profundas del problema, sobre cómo llevan años alimentando un régimen abiertamente nazi que reescribe abiertamente el resultado de la Segunda Guerra Mundial y la historia de su propio pueblo. Occidente está evitando una conversación sustantiva basada en hechos y en el respeto de todos los requisitos de la Carta de la ONU. No tiene argumentos para un diálogo honesto", dice el artículo.
A su juicio, se crea la impresión de que los Estados occidentales temen mantener conversaciones profesionales que "pongan al descubierto su demagogia". El ministro también aseveró que los países occidentales, que han frustrado la aplicación de los acuerdos de Minsk, son directamente responsables de alimentar la guerra civil en Ucrania.
"Mientras pronuncian conjuros sobre la integridad territorial de Ucrania, las antiguas metrópolis coloniales guardan silencio sobre las decisiones de la ONU sobre la necesidad de que París devuelva la Mayotte 'francesa' a la Unión de las Islas Comores, y de que Londres se retire del archipiélago de Chagos e inicie negociaciones con Buenos Aires sobre las islas Malvinas", expresó.

"Estos 'defensores' de la integridad territorial de Ucrania pretenden ahora no recordar la esencia de los Acuerdos de Minsk, que consistían en la reunificación de Donbás con Ucrania, con garantías de respeto a los derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la lengua materna.

En este contexto, Occidente, que interrumpió el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk, es directamente responsable del colapso de Ucrania y de la incitación a la guerra civil en ese país, constató el ministro.
Al mismo tiempo, el ministro enfatizó que Rusia lleva muchos años negociando, intentando concluir acuerdos en el ámbito de la seguridad europea, pero Occidente violó el principio de la Carta de la ONU al firmar lo que no iba a cumplir.
"Llevamos muchos años negociando, intentando concluir acuerdos en el ámbito de la seguridad europea, aprobamos en 1997 el Acta Fundacional Rusia-OTAN, adoptamos al más alto nivel las declaraciones de la OSCE sobre la indivisibilidad de la seguridad, y desde 2015 insistimos en la aplicación incondicional de los acuerdos de Minsk, que fueron el resultado de las negociaciones", destacó.
Todo ello, continuó el ministro, en pleno cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas, que exige "asegurar las condiciones para que se haga justicia y se respeten las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del Derecho Internacional".
No obstante, los colegas occidentales violaron este principio cuando firmaron los documentos sabiendo de antemano que no los cumplirían, subrayó Lavrov.
De acuerdo con Lavrov, Occidente presta especial atención a la expansión en el espacio postsoviético y desprecia constantemente el principio fundamental de no injerencia en los asuntos internos de otros países.
Es bien sabido que, prosigue el canciller ruso, desde la caída de la Unión Soviética, EEUU se ha propuesto abiertamente apoderarse de Ucrania.
"Como admitió pública e incluso orgullosamente la vicesecretaria de Estado en funciones, Victoria Nuland, a finales de 2013, Washington ha gastado 5.000 millones de dólares para nutrir a políticos obedientes en Kiev", argumentó.
En sus palabras, durante el golpe de Estado en Ucrania en febrero de 2014, se pisoteó repetidamente el principio de la Carta de la ONU sobre la no injerencia en los asuntos internos.
El ministro de Exteriores ruso señaló que en respuesta a la operación punitiva de los golpistas, Crimea y Donbás celebraron referendos "en pleno cumplimiento del principio de igualdad de derechos y autodeterminación de los pueblos consagrado en el artículo 1.2 de la Carta de la ONU".
"Los diplomáticos y políticos occidentales en relación con Ucrania evitan estudiadamente esta importantísima norma del derecho internacional en un esfuerzo por reducir todo el trasfondo y la esencia de lo que está ocurriendo a la inadmisibilidad de violar la integridad territorial", señaló Lavrov.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, adoptada por unanimidad en 1970, estipula que el principio de respeto a la integridad territorial se aplica a "los Estados que observan en sus acciones el principio de la igualdad de derechos y de la autodeterminación de los pueblos <...> y, como resultado, tienen gobiernos que representan a <...> todas las personas que viven en un territorio determinado".
Agregó que el hecho de que los neonazis ucranianos no representaran a la población de Crimea y Donbás no requiere pruebas.
"Y el apoyo incondicional de las capitales occidentales a las acciones del régimen criminal de Kiev no es más que una violación del principio de autodeterminación tras una burda injerencia en los asuntos internos", señaló.

"La situación en Kosovo repite la historia de los acuerdos de Minsk"

De acuerdo con Lavrov, la continua degradación de la situación en Kosovo preocupa profundamente a la parte rusa, en esta región se repite la triste historia de los acuerdos de Minsk sobre Ucrania.
"El mundo entero ve cómo se repite en los Balcanes la triste historia de los acuerdos de Minsk sobre Ucrania, que preveían un estatus especial para las repúblicas del Donbás y que Kiev saboteó abiertamente con el apoyo de Occidente", prosiguió.
En este contexto, Lavrov apuntó que por el momento la UE "no quiere ni puede obligar a sus protegidos kosovares a cumplir el acuerdo de 2013 entre Belgrado y Pristina sobre la creación de una Comunidad de municipios serbios en Kosovo con derechos especiales sobre su lengua y tradiciones.
Defensa
Serbia denuncia la pasividad de la misión de la OTAN ante los enfrentamientos en Kosovo
Comparando esta situación con la historia en torno a los acuerdos de Minsk, el ministro de Asuntos Exteriores ruso señaló que en ambos casos la UE actuó como garante de los acuerdos. "Aparentemente, su destino es el mismo. Como es el 'patrocinador', también así es el resultado", subrayó.
Además, enfatizó que el suministro de armas por parte de la OTAN a los kosovares y la ayuda que les presta para construir un ejército "violan flagrantemente la resolución fundamental 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU".

Occidente "saca" de la Carta de la ONU lo que sirve a sus propias necesidades

Los países de la coalición occidental "sacan" de la Carta de la ONU solo lo que sirve a sus egoístas necesidades geopolíticas, afirmó el ministro.
"En otras palabras, sin negar la necesidad de respetar las normas y principios de la Carta de la ONU, Occidente siempre se refiere a ellos de forma selectiva, de caso en caso, sacando sólo lo que sirve a sus egoístas necesidades geopolíticas del momento", detalló.
El canciller también señaló que Occidente, liderado por Washington, "se ha arrogado arbitrariamente el rango de líder supremo de los destinos de toda la humanidad y, movido por un complejo de excepcionalismo, ha ignorado cada vez más y de forma generalizada el legado de los padres fundadores de las Naciones Unidas".
"Y la propia arquitectura 'ONU-céntrica' del orden mundial pretendía ser sustituida por una especie de 'orden basado en reglas'", subrayó Lavrov.
"Nadie ha visto estas reglas [o, mejor dicho, no se las han mostrado a nadie], pero observando las acciones dúplices e hipócritas de los ingenieros geopolíticos anglosajones y de otros países, uno puede hacerse una idea clara de cómo se pone en práctica esta aventura", agregó.
Internacional
Putin: las contrapartes en Occidente perdieron el sentido de la realidad y violaron todas las reglas
En este sentido, Lavrov subrayó la necesidad de observar todos los principios de la Carta de la ONU "en su totalidad, integridad e interrelación en aras de una regulación justa de las relaciones internacionales".
Además, Lavrov llamó la atención sobre el hecho de que Washington, Londres y sus aliados en cualquier situación "no mencionan en absoluto el principio básico de la Carta: 'la ONU se basa en la igualdad soberana de los Estados'".
"Este principio está diseñado para garantizar que todos los países tengan un lugar digno en el mundo, independientemente de su tamaño, forma de gobierno, estructura política o socioeconómica", recalcó.
"Occidente, sin embargo, intenta dividir el mundo en 'democracias', a las que se les permite todo, y el resto, obligadas a servir a los intereses de los 'mil millones de oro'".

"La quintaesencia del 'complejo de excepcionalismo' occidental fue la declaración pública del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, de que 'Europa es un jardín del Edén, y el resto del mundo es una jungla'. Esto ya no es 'igualdad soberana', sino colonialismo de pura cepa", concluyó.

La importancia de los BRICS

"Todos los esfuerzos para reformar la ONU deben dirigirse a establecer la supremacía del derecho internacional y a revitalizar la organización como órgano central de coordinación de la política mundial. Donde se acuerde cómo resolver los problemas conjuntamente sobre la base de un justo equilibrio de intereses", sostuvo Lavrov.
Al mismo tiempo, según el canciller ruso, debe aprovecharse plenamente el potencial de las asociaciones de nuevo tipo que reflejan los intereses del Sur global. Se trata, sobre todo, de los BRICS, que ha aumentado considerablemente su autoridad tras los resultados de la cumbre de Johannesburgo y ha adquirido una verdadera influencia mundial.
"Hay un renacimiento de organizaciones" como la Unión Africana, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Liga Árabe, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y otras. En Eurasia, la armonización de los procesos de integración en el seno de la OCS, la ASEAN, la OTSC, la Unión Económica Euroasiática, la Comunidad de Estados Independientes y el proyecto chino 'Un cinturón, una ruta' está cobrando impulso", añadió.
Existe una formación natural de la Gran Asociación Euroasiática, "abierta a la participación de todas las asociaciones y países de nuestro continente común sin excepción".
En este contexto, aseguró Lavrov, ha llegado el momento de considerar métodos más justos para formar la Secretaría de la ONU. "Los criterios vigentes desde hace muchos años no reflejan el peso real de los Estados en los asuntos mundiales y garantizan artificialmente el dominio prohibitivo de los ciudadanos de los países de la OTAN y la UE", subrayó el jefe de la diplomacia rusa.
"Estas desproporciones se ven agravadas por el sistema de contratos permanentes que vinculan a sus titulares a la posición de los países anfitriones de las sedes de las organizaciones internacionales, casi todas ellas situadas en capitales que siguen políticas occidentales", concluyó.
Discutir