El SMN de Argentina comenzó a trabajar con la supercomputadora Clementina XXI, la más potente en todo el país y considerada como
una de las 100 más potentes del mundo.
El novedoso equipo, que fue adquirido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, será clave para el desarrollo científico del país sudamericano y podrá elaborar pronósticos meteorológicos avanzados, estudios genómicos, diseño de fármacos, modelos de inteligencia artificial, entre otros esfuerzos.
La supercomputadora acogió el nombre de
Clementina en honor a la primera computadora de uso científico que se instaló en Argentina en 1960, durante la gestión del entonces secretario de Ciencia
Manuel Sadosky (1983-1989), matemático que impulsó el
sistema científico y tecnológico en el país.
El experto remarcó que la supercomputadora se ubicaría aproximadamente cerca del punto 80 en el ranking de la organización Top500, que publica un listado del medio millar de sistemas de computación más potentes del mundo.
"En principio esta máquina está pensada para que la use
la comunidad científica, pero no quita que en algún momento algún privado pueda participar y competir por horas de cómputo", aseguró Loyber, señalando que empresas mixtas, como la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), son candidatas para su uso.
Los investigadores que deseen utilizar la supercomputadora podrán presentar proyectos que serán evaluados por un comité de expertos. Un equipo del Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño, que nuclea a todas las universidades, dará acceso al uso compartido. De acuerdo al SMN, el 10% del tiempo del superprocesador estará reservado para uso de la institución.
El SMN ya tiene experiencia en el uso de computadoras de gran potencial. Hasta ser destronada por Clementina, el equipo conocido como Huayra Muyu, que está siempre operativo y es utilizado exclusivamente para el pronóstico, era el más avanzado del país sudamericano. Según Loyber, esta nueva supercomputadora podría llegar a suplir a Huayra Muyu ante cualquier problemática que pudiese surgir.
Clementina XXI, sin embargo, tiene una potencia 40 veces superior a
Huayra Muyu. La supercomputadora posee una capacidad de procesamiento de 15.300 billones de operaciones matemáticas elementales por segundo (15.3 Peta FLOPs), según
reveló el propio Ministerio de Ciencia.
"Las características del equipo están en el nivel del estado del arte actual a nivel mundial", destacó Loyber, explicando que se trata de un "equipo híbrido" con procesadores tradicionales y gráficos.
Para el experto, la adquisición de
Clementina podrá "acompañar
el avance que hacen los expertos del mundo". De otra forma, el avance en algunos trabajos se tendría que haber realizado "alquilando o consiguiendo horas de cómputo en el exterior", por lo que su compra resulta necesaria para el Estado.
A los ojos de Loyber este tipo de inversión es un "salto importante" desde el punto de vista estratégico del Estado para poder estar a la altura de los avances de la tecnología.
La adquisición de la supercomputadora implicó una inversión por parte del Ministerio de Ciencias de 5 millones de dólares, financiados gracias a un crédito obtenido del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Además requirió la modernización del data center del SMN, valuado en casi 2 millones de dólares. La inversión, que totalizó los 7 millones de dólares, fue la más elevada en capacidad de cómputo en los últimos 60 años.
La reforma del data center requirió incluso "adecuar la provisión de energía del predio" debido al gran consumo energético del equipo y se debió instalar un sistema de refrigeración, tareas que financió el Ministerio de Defensa.