La Fiscalía de la autoproclamada República de Kosovo informó el 25 de septiembre que un cuarto habitante serbio fue encontrado muerto en la localidad serbia de Banjska tras los combates.
En sus palabras, los empleados de la misión de la Unión Europea para el Estado de Derecho (EULEX), con el apoyo de la KFOR, "debían impedir un mayor número de disparos", tenían que haber acudido inmediatamente al lugar del enfrentamiento, pues el contingente de la OTAN tiene una base cercana.
En su opinión, "el régimen (del primer ministro de Kosovo, Albin) Kurti declaró todo el norte zona de operación antiterrorista, lo que les permite actuar en contra de todas las reglas y procedimientos".
"La cuestión consiste no solo en la persecución, los disparos, el ataque literal, los asesinatos de serbios, pero también en las invasiones de viviendas e intimidaciones, las detenciones masivas", subrayó.
El ministro denunció además que Pristina trasladó a la Policía albanokosovar del sur de la región al norte, poblado por serbios, iniciativa que va en contra de los acuerdos de Bruselas.
El 24 de septiembre, Kurti denunció un ataque a la Policía en la aldea de Banjska, en el norte. Sin ofrecer pruebas, Kurti responsabilizó a Serbia del incidente que causó la muerte de un agente. También la presidenta kosovar, Vjosa Osmani, afirmó que el asesinato fue "planificado, orquestado y ejecutado por bandas criminales serbias".
La Policía de Kosovo comunicó que los atacantes utilizaron armas de fuego, granadas de mano y pistolas paralizantes. Medios kosovares informaron de disparos esporádicos en la zona y el cierre de los pasos de Jarinje y Brnjak en la frontera del territorio rebelde con Serbia. Las fuerzas kosovares, según Kurti, cercaron en la zona del incidente a unos 30 hombres fuertemente armados.
El 25 de septiembre, el fiscal especial de Kosovo, Naim Abazi, informó que al menos cuatro serbios murieron en los enfrentamientos.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008
su independencia unilateral de Serbia, siendo reconocido por Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países miembros de la Unión Europea,
pero no por la propia Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Irán y otras naciones.