El partido de la oposición parlamentaria de la República Checa, Libertad y Democracia Directa, organizó el 21 de septiembre una manifestación antigubernamental en la ciudad de Ceske Budejovice. En la mencionada ciudad del sur de ese país, los participantes pueden firmar una petición para destituir al Gobierno del primer ministro, Petr Fiala.
El 16 de septiembre, otra manifestación tuvo lugar en la capital del país, Praga, donde miles de personas participaron en una marcha de protesta contra el Gabinete de Fiala, organizada por otra fuerza opositora, Derecho Respeto Experiencia. Los participantes criticaron la ayuda a Ucrania en el conflicto militar con Rusia y las relaciones de la República Checa con Estados Unidos y la OTAN.
"No necesitamos al Gobierno de la UE, no necesitamos al Gobierno estadounidense, no necesitamos al Gobierno ucraniano, solo necesitamos a un Gobierno checo, el de los ciudadanos checos", aclaró el líder del partido, Jindrich Rajchl.
Bulgaria reclama la memoria histórica
En otro Estado europeo, Bulgaria, se celebró el 21 de septiembre una marcha de protesta antigubernamental, encabezada por una coalición de los partidos Cambio Continuo, Bulgaria Democrática y el GERB. El organizador de la marcha, el partido opositor Renacimiento, acusó al Gobierno del país de trabajar en interés de Estados Unidos y Ucrania.
Los participantes se reunieron en la capital búlgara, Sofía, ante el Monumento al Ejército Soviético, que las autoridades habían decidido desmantelar y ya habían instalado andamios y vallas a su alrededor.
Los opositores condenaron repetidamente esa decisión y el líder de Renacimiento, Kostadin Kostadinov, hizo un llamamiento a los manifestantes para que no permitan "el regreso del fascismo a Bulgaria".
"Hemos demostrado que, si queremos, podemos retirar esta valla ilegal. Decimos claramente que no permitiremos que el fascismo vuelva a pasar por Bulgaria. No permitiremos que nadie se burle de la memoria histórica del pueblo búlgaro", dijo Kostadinov.
Al cabo de un rato, algunos de los manifestantes consiguieron derribar parte de la valla, la gente empezó a abrirse paso hasta el monumento y la policía intentó contenerlos.