El siguiente paso lógico de la Administración Biden a la hora de armar a Kiev puede ser dotar a Ucrania de minibombas nucleares, de acuerdo con Ray McGovern, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
El exoficial de la CIA expresó su profunda preocupación por el hecho de que muchos estadounidenses sigan "preparados para ser llevados a un conflicto con Rusia", y acepten una posible situación en la que la Administración Biden ponga las botas sobre el terreno en Ucrania en su búsqueda de "debilitar" a Rusia e infligir una "derrota estratégica" a Moscú. McGovern advirtió que esta situación podría escalar rápidamente a un condlicto nuclear a gran escala.
"Desde mis tiempos, allá por los años 80, no ha habido una amenaza real por parte de Rusia. Se oye decir que Rusia quiere apoderarse de Ucrania, de Polonia y del Báltico. Todo eso es lo que los británicos dicen. Este es un conflicto defensivo, un conflicto preventivo si se quiere. [El presidente ruso, Vladímir] Putin, se quedó sin otras opciones, ¿y de quién es la culpa? La gente es muy prudente y dice: 'La culpa es sobre todo nuestra'. Yo no soy tan cuidadoso, amigos, soy un analista de inteligencia y no tengo que preocuparme por mi reputación. La culpa es nuestra en un 105% y puedo demostrarlo", aseveró.
McGovern forma parte de un pequeño, pero creciente número de comentaristas en EEUU que advierten de los peligros crecientes de un conflicto directo entre Washington y Moscú. A finales del mes pasado, el comentarista conservador Tucker Carlson advirtió de que el Gobierno de Biden podría recurrir a cualquier número de medidas peligrosas en un intento desesperado por "mantener el poder", incluido el inicio de un conflicto "caliente" con Rusia.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció recientemente que el bloque "debe prepararse para un largo conflicto en Ucrania", reiterando que el conflicto es culpa de Rusia. Sin embargo, sus comentarios no cuadran con la cronología de la crisis ucraniana, incluidas las maniobras de los gobiernos de EEUU y el Reino Unido en la primavera de 2022 para sabotear un posible acuerdo de paz entre Kiev y Moscú, y, volviendo atrás, la decisión de la OTAN de rechazar un par de tratados integrales de seguridad propuestos por Moscú a finales de 2021.
El año pasado, los antiguos dirigentes de Ucrania, Francia y Alemania confirmaron por separado que los Acuerdos de Minsk de 2015, destinados a llevar la paz a Donbás y resolver la crisis ucraniana, lo que resultó ser una mera estratégia diseñada para que Kiev gane tiempo con el fin de rearmarse y prepararse para un conflicto contra Rusia.