El estado sureño, colindante con Uruguay, fue víctima de un ciclón extratropical que produjo intensas lluvias y posteriores inundaciones. El río Taquari alcanzó niveles que solo se habían visto una vez desde el inicio de las mediciones, en el siglo XIX.
El curso de agua alcanzó los 29,60 metros por la tarde del martes 5 de septiembre, un nivel que se acerca al récord oficial de 29,92 metros registrado en la inundación de mayo de 1941, la peor de la que se tiene memoria en Río Grande del Sur, de
acuerdo a la agencia meteorológica Metsul.
"El desbordamiento del río Taquari provocó el colapso de viviendas, arrasó ciudades y zonas rurales, además de causar una cantidad de muertes nunca vista en Río Grande del Sur", aseguró en diálogo con Sputnik la meteoróloga brasileña Amanda Souza.
Las inundaciones se produjeron debido a precipitaciones intensas, que para la integrante de X Weather Meteorologia do Brasil están relacionadas con el fenómeno climático de El Niño.
Este fenómeno, que se caracteriza por producir un calentamiento anormal en las aguas superficiales del océano Pacífico, comenzó a gestarse ahora en 2023, luego de
tres años ininterrumpidos de presencia del fenómeno opuesto, conocido como La Niña, que tiende a enfriar las aguas oceánicas.
De acuerdo a la experta, El Niño "potencia los efectos del cambio climático, generando eventos extremos con mayor frecuencia e intensidad". En ese sentido, el aumento de la temperatura del planeta produce eventos que hace décadas no suponían un riesgo, pero hoy causan "disturbios, pérdidas y tragedias", aseguró.
En diálogo con Sputnik el meteorólogo uruguayo Mario Bidegain coincidió en que estas inundaciones en Brasil no puede explicarse sin considerar el impacto de El Niño.
"El sur de
Brasil, Uruguay, noreste de Argentina y sur de Paraguay son regiones que históricamente están asociadas a este fenómeno, que está comenzando a mostrar señales", sostuvo.
En línea con Souza, el experto agregó que las inundaciones en territorio brasileño están también vinculadas con los efectos del cambio climático, particularmente relacionados a mayores temperaturas registradas en gran parte de los océanos del mundo y en el aire, factores que terminan incidiendo en que se produzcan más precipitaciones.
Para Souza, el desbordamiento del Taquari no solo fue consecuencia de las lluvias producidas por el ciclón, sino de anteriores precipitaciones que afectaron la región y aumentaron paulatinamente el nivel de los ríos del estado.
El propio gobernador de Río Grande del Sur, Eduardo Leite,
reconoció que este fue el cuarto fenómeno meteorológico severo que desde junio golpeó a la entidad.
No obstante, las lluvias registradas desde el pasado fin de semana "superan tres veces lo que sería el acumulado total mensual esperado para la época", apuntó el mandatario local.
Desde fines de agosto el acumulado de precipitaciones en el estado brasileño superó los 300 milímetros, de acuerdo a estimaciones satelitales.
El nivel del río aumentó considerablemente en varias inundaciones, pero nunca se acercó tanto a la marca de 1941. En abril de 1956 llegó a los 28,86 metros, mientras que en julio de 2020 alcanzó los 27,55 metros, de
acuerdo a la agencia meteorológica brasileña.
Para Souza, tanto El Niño como el calentamiento anómalo del Atlántico potencian la formación de ciclones, por lo que estimó que eventos similares podrían volver a repetirse en los próximos meses.
En la misma línea, Bidegain aseguró que durante el trimestre formado por septiembre, octubre y noviembre se podrían registrar nuevos episodios de fuertes precipitaciones e incluso inundaciones.