"El propietario ve que durante 12 meses va a estar fijo el precio del alquiler, perdiendo en términos reales, y por eso pone un piso alto, subiendo mucho el valor de entrada, y eso distorsiona el mercado. Obviamente uno puede recurrir a los controles, pero el punto es que, una vez finalizado el contrato, el propietario queda sin incentivos para volver a alquilar", explica Cacace.
"Si el proyecto dice que los aumentos van a ser según la inflación u otro indicador, prácticamente deja vía libre a los propietarios. Ellos dicen que la ley no funciona porque no hay oferta, y no hay oferta lisa y llanamente por la especulación y porque nadie controla como debería", sostiene Gonzalo.
"Nuestros reportes indican que, en la ciudad de Buenos Aires, antes de la ley había 20.000 ofertas de alquileres. Después de que se promulgó la normativa, hoy no exceden las 900. El mercado ya no está abastecido: la ley, así como está, ya no es aceptada y eso hay que corregirlo", explica Bennazar.
"Si los pesos de hoy valieran lo mismo el día de mañana, podrías dejar el mismo valor del contrato durante tres años. Si no hubiera inflación podrías tener el mismo valor en tres años, cinco años, no habría problema. Pero hoy esa no es la situación y por eso tiene que actualizarse el alquiler", concluye el autor del proyecto de reforma.
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estos enlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
También tenemos una cuenta en la red social rusa VK.