Por desgracia, el progreso tecnológico tiene un inconveniente — la alteración del equilibrio ecológico del planeta.
En la foto: una mujer con un niño en Wuhan, provincia china de Hubei.
Las emisiones de partículas y gases procedentes de las actividades humanas tienen un impacto negativo directo en la salud.
En la foto: gaviotas en el cielo de París, Francia.
Un policía con mascarilla protectora en el monumento la Puerta de la India, en Nueva Delhi, India.
En la actualidad, más del 90% de la población mundial respira niveles de contaminación atmosférica que superan las normas aceptables.
En la foto: esmog procedente de los incendios forestales de Canadá en Nueva York, EEUU.
Humo que sale de un vertedero en llamas a las afueras de Bandun, centro administrativo de la provincia de Java Occidental, Indonesia.
La ONU reconoce que la contaminación atmosférica es una grave amenaza para la salud humana y planetaria.
En la foto: un vendedor en Lahore, Pakistán.
Los gases emitidos por un autobús diésel en una calle de Yakarta, Indonesia.
Siete millones de personas mueren cada año por los efectos de la contaminación atmosférica.
En la foto: humo de las tuberías de una planta de acero en Narayanganj, Bangladesh.
Hasta un tercio de las muertes por infarto, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón están relacionadas con la contaminación atmosférica.
En la foto: el hotel Marina Bay Sands de Singapur rodeado de esmog.
Al año, el tratamiento de las enfermedades causadas por los gases cuesta alrededor de un billón de dólares.
En la foto: esmog en Seúl, Corea del Sur.
Un avión se dirige al aeropuerto internacional de Chiang Mai, en el norte de Tailandia.
La contaminación atmosférica es una grave amenaza no sólo para la salud pública, sino también para el medio ambiente. Además, reduce el contenido de oxígeno de los océanos, disminuye la biodiversidad y contribuye al cambio climático.
En la foto: esmog en Santiago de Chile.