Durante el vuelo, de 54 minutos de duración, la aeronave se elevó a una altitud de 3.000 metros y alcanzó la velocidad de 343 km/h.
La tripulación, conformada por dos pilotos de pruebas y un ingeniero, "ha comprobado el estable funcionamiento de todos los sistemas de fabricación nacional, así como la controlabilidad y estabilidad del avión en el aire", según el comunicado.
El ministro de Industria y Comercio, Denís Mánturov, calificó la prueba como "un éxito de miles de personas, trabajadores de empresas de construcciones aeronáuticas y radioelectrónica" que forman parte del grupo Rostec.
"Desarrolladores y fabricantes rusos lograron implementar y plasmar en el avión sus propias soluciones de diseño y tecnologías, incluyendo aviónica, tren de aterrizaje, unidad de potencia auxiliar, sistema de control integrado, así como sistemas de suministro de energía, aire acondicionado, protección contra incendios y muchos otros", comentó.
Por su parte, el Kremlin califica de un gran éxito el primer vuelo de un prototipo del avión regional ruso Superjet SJ-100, en el que las piezas de importación son sustituidas por equipos hechos en Rusia, declaró el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
"Es verdaderamente un gran éxito, ya que se lleva a cabo en un plazo muy-muy corto el aprendizaje de nuevas tecnologías, la producción de nuevos detalles y unidades", comentó el vocero.
El trabajo, continuó, no está terminado ya que hay que equipar el avión con los motores rusos, algo que también tendrá lugar en un futuro próximo. El prototipo del SJ-100 fue fabricado por la empresa Yakovlev, parte de la corporación aeronáutica UAC, en la ciudad de Komsomolsk del Amur, en el este de Rusia.