"Incluso buques de guerra de EEUU obedecen las normas" de Irán en el golfo Pérsico

Las grandes naves de la Armada de Estados Unidos que atraviesan las aguas del golfo Pérsico están obligadas a obedecer las normas marítimas establecidas por Irán, afirmó el comandante de la Marina de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), Ali Reza Tangsiri.

"Hubo un tiempo cuando los países de la OTAN no respetaban las leyes de nuestras vías fluviales. Pero hoy estos Estados acatan las advertencias de la Armada de Irán. Por ejemplo, en una ocasión los navíos del CGRI se acercaron a un portaaviones estadounidense, y el buque de guerra huyó a 180 millas náuticas [cerca de 333 km] de distancia", dijo el militar iraní.

Tangsiri destacó las capacidades en continuo crecimiento de las fuerzas navales del Cuerpo, incluidos los misiles de defensa costera de largo alcance, además del desarrollo de lanchas rápidas equipadas con lanzaderas de misiles y drones lanzados desde buques de guerra. La Marina persa fabrica ahora lanchas rápidas con capacidad para acelerar hasta 110 nudos (más de 200 km por hora), declaró el jefe de la Armada.

El armamento de las fuerzas navales iranias les proporciona capacidades de guerra asimétrica del tipo David contra Goliat contra buques de EEUU más grandes, con la Guardia Revolucionaria y las FFAA regulares creando y desplegando una serie de misiles de crucero y balísticos, así como las "flotas de mosquitos", compuestas por un gran número de unidades de pequeño tamaño y con capacidades cada vez más mortíferas, junto con baterías de defensa costera y una variedad de drones de ataque y de reconocimiento de fabricación nacional.

Teherán, que nunca ha escatimado el uso de sus capacidades militares, incluso contra el poderoso Ejército estadounidense ante sus agresiones o violaciones de las fronteras marítimas, lanzó una serie de advertencias a Washington en las últimas semanas, en medio del reforzamiento de la presencia norteamericana en el golfo.

Después de que EEUU anunciara el despliegue de miles de marines de la 26ª Unidad Expedicionaria de Marines en el golfo, el portavoz del CGRI, el general Ramezan Sharif, advirtió de que Irán había "alcanzado un grado tan alto de poder y capacidad que puede responder de la misma manera a cualquier acción y malicia de los Estados Unidos, incluido el apresamiento de barcos".

Por ejemplo, a principios de este año 2023, la Armada iraní obligó a emerger a un submarino nuclear estadounidense con misiles balísticos que intentaba colarse por el estrecho de Ormuz. En abril, la industria militar iraní anunció que el país había adquirido la capacidad de rastrear la firma de radar individual de cada caza F-35. En junio, el país presentó un nuevo misil hipersónico.

Por último, a mediados del agosto, los medios de comunicación iraníes revelaron que los científicos del país habían encontrado la posibilidad de producir una nueva clase de misiles de crucero propulsados por un motor estatorreactor.

Las tiranteces entre Teherán y Washington comenzaron a aumentar a mediados de julio, cuando Estados Unidos empezó a reforzar su presencia militar en la región del golfo con más cazas F-16, destructores, un grupo de ataque anfibio y los ya mencionados marines.

La justificación oficial de la Casa Blanca para este refuerzo era aumentar la "visibilidad" de sus FFAA debido al aumento de los ataques iraníes a buques comerciales que surcan las aguas de la región. De hecho, la República Islámica intensificó la represión de los barcos que, según afirma, se dedican al contrabando ilegal de petróleo, y en abril detuvo a un petrolero con destino a Estados Unidos después de que chocara contra un pesquero iraní e intentara huir del lugar.

La escalada se produce en un momento en que se desvanecen las esperanzas de restablecer el Plan Integral de Acción Conjunta (PAIC), el histórico acuerdo nuclear iraní de 2015 que Estados Unidos abandonó en 2018 por presiones de Israel y que la Administración Biden prometió restablecer tras su entrada en funciones en 2021.

Las negociaciones sobre el regreso del país norteamericano al acuerdo están estancadas debido a los intentos de Washington de añadir condiciones adicionales al acuerdo y a su negativa a retirar a la Guardia Revolucionaria Islámica de su lista de "grupos terroristas".

Irán rechazó enérgicamente la designación del CGRI como grupo terrorista, y el presidente Ebrahim Raisi declaró el 18 de agosto que si no fuera por las acciones de la Guardia Islámica en Irak y Siria, los aliados europeos de Estados Unidos habrían sido invadidos por el terror de Daesh (autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia).

La presente escalada no es la primera. En la década de 1980, cientos de buques petroleros y otros barcos comerciales fueron atacados en el golfo durante la guerra Irán-Irak, en la que las fuerzas iraníes y estadounidenses se enzarzaron en una serie de escaramuzas, y el conflicto culminó con el derribo por parte de Estados Unidos, el 3 de julio de 1988, de un avión de pasajeros iraní, en el que murieron las 290 personas que iban a bordo.